Portada de las tantas que existe del libro „El señor presidente“ de Miguel Angel Asturias.
Octubre es el mes de los premios Nobel. El escritor guatemalteco Miguel Angel Asturias fue galardonado con ese premio en el campo de la literatura hace 41 años, un 19 de octubre, el mismo día de su cumpleaños (Asturias nació hace 109). ¿Cuántos números, verdad?.109 menos 2008 dan, punto, punto, punto...Mi estimado hipócrita lector, si no eres un buen matemático o no te da la gana de sacar cuentas, entonces pues ponte a leer el perfil que del referido autor guatemalteco ha hecho Ana María Rodríguez Novoa a propósito de que en esta tercera semana de octubre el hombre que tradujo el Popol Vuh (1) y escribió „El señor presidente (2), entre otras obras, ocupa un lugar destacado de las efemérides de la literatura latinoamericana del presente calendario semanal.
EL HIJO UNIGÉNITO DE TECÚN UMÁN, MIGUEL ANGEL ASTURIAS
por: Ana María Rodríguez Novoa
Revisando las efemérides de esta semana, me topé con un personaje muy interesante de nuestra historia latinoamericana. Se trata de un hombre que en el campo de las letras incursionó en escenarios como el ensayo, la novela, el cuento, la poesía e incluso hasta en el género del teatro y de la ópera. Fue un apasionado de su tierra natal, la cual estudió conscienzudamente y, mezclando este conocimiento profundo de su cultura con su personal ingenio y la influencia de movimientos como el surrealismo, logró desarrollar un estilo literario propio pues, como él mismo lo diría, ´la novela es el único medio de hacer conocer al mundo las necesidades y las aspiraciones del pueblo al que pertence".
Curiosamente este personaje, que nació el 19 de octubre de 1899 en Ciudad de Guatemala recibió en esa misma fecha, pero 68 años más tarde, el Premio Nobel de Literatura. Se trata de Miguel Angel Asturias, diplomático y autor, quien en 1965 se hiciera también acreedor al Premio Lenin de la Paz, sin duda la figura más universal de Guatemala.
Asturias fue, como veremos, un tipo con suerte: ya a la edad de 16 años tuvo la oportunidad de conocer a Rubén Darío. Un encuentro como estos seguro que ha dejar huella pues, pese a su entusiasmo de estudiar medicina, poco tiempo después abandona ese propósito y se inscribe en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Univesidad de San Carlos. Durante su vida de estudiante, en 1921, conoce en México a Valle Inclán. La influencia de este autor sería decisiva en la producción literaria de Asturias. En 1922, luego de ser cofundador de la Universidad Popular de Guatemala, dónde enseña a leer y escribir a los obreros, presenta su tesis de grado titulada `El Problema Social del Indio`, que obtiene el premio Gálvez y es publicada en 1923.
En 1924 viaja a Londres, primer destino de una ruta que le llevaría a Italia y a Francia y es estando en París donde tiene la oportunidad de conocer a surrealistas tan influyentes como James Joyce, Miguel de Unamuno, Tristan Tzara o André Breton. Se propone además traducir al español el Popol Vuh, junto con J.M. González de Mendoza, editándolo con el título de ´Los dioses, los héroes y los hombres de Guatemala Antigua o El libro del Consejo, Popol Vuh de los indios quichés´, en 1927. Comienza así una larga lista en su producción literaria, con libros tan reconocidos y fundamentales como Leyendas de Guatemala, El Señor Presidente, Hombres de Maíz, Weekend en Guatemala, la así denominada ´trilogía de la república bananera`, conformada por: Viento Fuerte, El Papa Verde y Los Ojos de los Enterrados. Luego publicaría otras novelas como Mulata de Tal, Malandrón y Viernes de Dolores. De su producción teatral se pueden destacar Chataje, Dique Seco y La Audiencia de los Confines, su favorita. Para el compositor José Castañeda escribió los libretos de las óperas Emulo Lipolidón e Imágenes de Nacimiento.
Su obra literaria, tan rica y variada, fue de la mano con la extensa labor diplomática de Asturias, quien recorrió prácticamente el mundo y que le permitió desenvolverse en los círculos intelectuales más selectos, principalmente en Europa y conocer también a muchos personajes trascendentales en la historia de latinoamerica.
El valor literario de su obra radica principalmente en su destreza lingüística, que caracterizó de manera particular su estilo. De otro lado se ve claramente plasmado la gran sensibilidad que desarrolló hacia el hombre de Guatemala y su problemática social, así como el compromiso que adquirió al denunciarla a través de sus libros y darla a conocer al mundo, surgiendo así una obra de carácter sociolígico, político y antropológico.
El gran conocedor de la obra de Asturias, Francisco Alvizúres, dice al respecto: `Yo considero como eje la tendencia barroca en el uso del idioma. Esto creo que es característico de toda su producción narrativa. La destreza para jugar con el lenguaje, para crear figuras retóricas, para manejar la ironía, para manejar el esperpento, todo esto perdura, es un eje que se nota en toda su obra. Y creo que otro eje es el de la gran importancia que Asturias concede a los elementos populares: personajes, ambientes, formas de vida, de lo que llamamos floclore, o, más acertadamente, cultura popular tradicional`.
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