domingo, 25 de enero de 2009

¿LOS LIBROS EN PELIGRO? ABSURDO. DE TECNÓFOBOS E INTEGRADOS

Gráfico: literatambo.


Los cambios tecnológicos siguen marcado el ritmo de vida de los seres humanos. Cuando Johannes Gutenberg sacó de la chistera el invento que revolucionó la comunicación sobre un pliego, fue un gran acontecimiento que multiplicó un escrito en un „cubo de papel con hojas“ como decía Borges, convirtiéndose en la forma más utilizada para producir un texto hasta nuestros días, y, que en 2009, en medio de las pitonisas y los gurús, se contrapone con el anuncio de la futura muerte del libro y por tanto, de todo material masivo impreso. La realidad indica que internet está afectando la venta de periódicos tal como lo conocemos, no obstante, eleva el número de lectores que visitan a nivel global el portal de un medio de prensa. La televisión entró a competir con los periódicos a través de la red. Y muchos periódicos se están convirtiendo en televisión por el modo de informar con imágenes que propagan a través de su web. La radio también lo está haciendo. Pero el libro, el patito feo de esta historia, está siendo objeto de oscuras premoniciones. Diría, hasta con mala intención. Ese libro, al cual muchos de nosotros nos acercamos noche a noche, o en las pausas del trabajo o mientras viajamos en el metro o en el avión, dicen, tiene los días contados. No lo creo. Es mas, la profecía me causa gracia porque nunca en la historia de la humanidad se han vendido y producido tantos libros como ahora.


Lo que pasará en el próximo siglo es hasta el momento inverosimil, pero no hay que ser aguafiestas, porque mientras todos compremos libros, el libro no morirá, al menos que los prohiban, o, los gobiernos empujados por grupos de presión, emitan leyes donde se deje de usarlos para utilizar otras formas tecnológicas que los suplanten. Borges, que se imaginaba una biblioteca invadida por toda la riqueza escrita del universo, frunciría el ceño y se metería en el bolsillo su reloj de arena. Google empujado por el afán de archivar todos los libros de las bibliotecas más importantes, lo que se agradece, no nos impedirá perder el ánimo de levantarnos un día y abrir con nuestras manos esas ventanas al paraíso que son los libros, excepto, que estemos en una isla o sentados al pie del Huascarán o el Himalaya o impedidos de tener un libro en las manos. El libro nunca morirá.


Cada vez que me topo con lectores viajando con un libro bajo los ojos o entre los brazos en el metro de Madrid, de París, o en los parques de Lisboa o en la biblioteca de Karlsruhe, e inclusive cuando visito casetas llenas de libros en un famoso perímetro para coleccionistas cerca del río Rímac, en Lima, o paseo por calles llenas de librerías rebosantes de libros como en el verano (europeo) pasado en Juliaca, Perú, en contraposición a los e-books y papel electrónico, me viene a la memoria Julio Verne o Umberto Eco. Ambos, desde distintos puntos de vista han hablado de la evolución de la tecnología como amenaza u oportunidad. Verne nos cautiva con su literatura de maquinas e inventos fantasiosos; mientras que Eco abordó la dicotomía entre apocalípticos e integrados. Un invento o una novedad tecnológica no necesariamente erradica costumbres ni se yuxtapone a una acción habitual. Al contrario, puede enriquecer, pero está sujeto a comparaciones.


La discusión tiene para rato. Pero no me vaya a tildar alguien de propagar la „tecnofobia“. Las tecnologías, reitero, de una u otra manera, pueden amenazar, y por otro lado pueden presentar una oportunidad, pero no necesariamente hacer del ser humano un personaje feliz. Por ejemplo, mi hijo que en enero de 2009 acaba de cumplir dos años utiliza desde hace seis meses el ordenador en su nivel más primario. No explicaré como evolucionó en él ese uso. Al principio solo repitía como actitud psicomotriz el encendido de la computadora, el monitor y el movimiento del ratón paralelamente con la flecha en la pantalla (en casa tenemos dos ordenadores instalados en la habitación de trabajo). Al comienzo le hacía ver en castellano dibujos animados de you tube, para activar en él mi lenguaje materno como enriquecimiento al proceso de bilingüismo que está desarrollando en Alemania, y ahora, habilidosamente escoge vídeos moviendo la ruedita del ratón, apunta con la flecha el film elegido y hace clic sobre su botón derecho y está servido.


Por lo tanto no fomento la tecnofobia, pero sí el amor al libro tal como lo conocemos, porque ,es resaltante, que mi vástago, luego de una media hora de ver dibujos animados en castellano, inglés o alemán, recurre – muchas veces- a sus libros (ya tiene 22, el tercio de ellos destrozados) y los observa con el mismo detenimiento que al monitor del ordenador. Las figuras de los libros, con sus colores y formas, y los textos que aún no entiende, lo embelesan tanto como una buena imagen (no se olviden que la textualidad electrónica es un solo objeto inmerso en el mismo soporte: la pantalla iluminada, que es distinto a un libro y puede transmitir frialdad en algún momento, inclusive atosigamiento). Los libros en casa son para el peque como muñecos rodantes porque se los lleva a la cama, a la cocina, a la bañera (también hay libros a prueba de agua) y por todas partes de la casa. No sé como reaccionaría con un e-book, pero este ejemplo, tan banal y cotidiano, hace del libro una fuente de inspiración y deleite para todos. No me imagino llevarme un e-book a la mejor esquina de mi casa o a la playa, donde hay tanta arena, o tirarlo como tiro a veces los libros cuando tengo premura o cubrime la cara como lo hago en el verano bajo el sol con un libro antes de quedarme dormido. El simple hecho de tocar un libro, olerlo, marcarlo y remarcarlo, prestarlo, copiarlo, besarlo, hace que sea único.


Por lo tanto, soy muy optimista con la vitalidad del libro, a pesar que me dejé arrastar en un momento por la marea tecnológica de los e-bokks. Decía que soy optimista porque la última generación gozó con la magia de Harry Potter a través de un elemento llamado libro. No conozco a ningún niño en Alemania que haya osado leer Harry Potter por Internet (existen traducciones y apócrifos y no apócrifos para todos los gustos). Inclusive el fenómeno que encandila a los pequeños continúa de la mano de otros autores como Christopher Paolini (Eragon) o Cornelia Funke (Tintenherz). No creo definitivamente que esos adolescentes se despeguen tan facilmente de la mejor manera de leer: un libro. Estoy seguro que la generación de mi hijo no dejará de lado al libro por lo menos en un siglo (aquí en Alemania y en otras partes del mundo, mucha gente llega a los 90 años con las aptitudes deslumbrantes).


Las tecnologías están bien, pero, ¿a quien de verdad le conviene más que los e-books sean el libro del futuro? Pues a los vendedores de e-books. ¿A quién más le conviene propagar la idea de que el libro morirá? A los fabricantes de e-bokks. Para eso tendremos que morirnos muchos de nosotros y pasar, por lo menos, un par de generaciones. El libro está con vida. Otra cosa es que se discuta alrededor del libro y su problemática. Eso es harina de otro costal.

Más sobre el tema:

NIÑOS Y LITERATURA. ¿CÓMO HACER PARA QUE LEAN?: ARMAS VERSUS LIBROS

LA FERIA DEL LIBRO DE FRANKFURT SE PREPARA PARA EL 2009 CON CHINA

ES TIEMPO PARA UN E-BOOK STANDARD DICEN EN LA FERIA DEL LIBRO DE FRANKFURT 2008

miércoles, 14 de enero de 2009

¿QUÉ HICISTE EL DÍA QUE MURIÓ FRANCO?: RAFAEL CHIRBES Y EL REVERSO DE LOS HOMBRES

Gráfico: literatambo.

La imagen de Franco pervive en la historia de España. Yo la detesto. Durante mis primeras visitas a la tierra de García Lorca me causaba mucha gracia (y repugnancia) toparme con calles de nombre como „del Generalísimo“ o con algún monumento del dictador nadando en deposiciones de paloma. Me ocurrió en Galicia o en Andalucía, donde una vez, en la pequeñísima caleta de Isla Cristina, cerca de la frontera con Portugal, me topé a medianoche con una callejuela con esa denominación. Sentí horror. No sé si aún la calle siga llamándose así, pero, poco a poco, se van quitando de la geografía española arterias que llevan ese tufo histórico. Hasta en la ciudad que lo vio nacer, Ferrol, se ha sacado el monumento ecuestre del dictador de una plaza. Y apunto, como anécdota, que una vez cuando viajaba en tren por Madrid rumbo, creo; a Àvila, pasé cerca del Monumento de los Caídos y sentí un escalofrío espeluznante (tal como había sentido una vez al visitar el campo de concentración de Dachau) al pensar que allí había muerto tanta gente construyendolo, y, que allí también están los restos de Franco. Menos mal que alguien me llamó desde Alemania y tomé el móvil para contestar, porque así olvidé ese desaguisado momentáneamente, pero, luego nos preguntamos con mi acompañante alemana, cómo es posible que se haya construido una cosa tan pomposa y que allí descansen los restos del que provocó muerte y desolación en España. ¿Te imaginas un monumento así donde descansen los restos de Hitler en tu país, al lado de sus víctimas?, le pregunté. Ella se quedó lela.


En Lima, por ejemplo, se quitó el monumento del conquistador del Perú, Francisco Pizarro, del perímetro de la Plaza de Armas y se lo trasladó a un área recreativa que se extiende a la ribera del río Rímac. En Leipzig, noreste de Alemania, fue curioso toparme con la cara de Carlos Marx en el frontis de la universidad de esa ciudad. Pero Franco no es Marx. Con Marx ocurre un asunto muy gracioso en estos días, ya que se está volviendo a hablar de él a raíz de la crisis financiera internacional, y, además, los académicos lo están leyendo o releyendo ( en ese caso soy muy pesimista sobre el número de lectores que tiene la obra de Marx. El Capital es un libro difícil, pero, muy conocido, no obstante poco leído).


Me venía la imagen de Francisco Franco a la cabeza porque estoy leyendo simultáneamente dos libros del escritor valenciano Rafafel Chirbes, donde me ha llamado la atención que él toca el tema de la agonía y muerte de Franco entre sus personajes y lo entrelaza con sus vidas cotidianas. Por ejemplo, en ambos libros sale a relucir fuertemente la pregunta de qué hiciste tú el día que murió Franco.




La literatura de Rafael Chirbes es un hermoso descubrimiento (porque ninguno de los amigos españoles que todavía tengo me lo había recomendado ), como lo es también para mí el Premio Nobel de Literatura Orham Pamuk y Gustave Le Clézio. La narrativa chirbesiana me tiene poseído, porque a través de sus descripciones te mete en los linderos del pasado y juega como las olas del mar entre el pretérito y el presente con una forma fina, corrijo, de filigrana acompañada por monólogos y diálogos que te unen a una madeja que te transporta hasta la campiña o el desierto del espacio y del tiempo histórico que nos quiere contar. Por ejemplo, en el libro „La caída de Madrid“ el personaje principal se levanta un día de noviembre de 1975 y escucha por la radio que el Generalísimo sigue con vida, o mejor dicho, como lo recalca, sigue agonizando; en la novela „Los amigos“, durante el planificado encuentro de los viejos compañeros delante de una mesa, el personaje principal piensa en lo que hicieron en sus tiempos juveniles y en lo que son hoy y sale, por supuesto a relucir -en ese panorama de crisis existencial- la figura de Franco cuando se interroga el personaje principal en un monólogo, qué hacias el día en que murió Franco.


Los dictadores son la gangrena de la historia, porque sencillamente fueron abusivos. No obstante, la calificación de dictador encierra ciertos parámetros que provoca discusiones. Tal como la moral es un invento humano y lo bueno y lo malo es una noción cultural, lo que sería dictador para unos no lo es para otros (como el caso de Chile, donde existen opiniones a favor de Pinochet y hasta lo defienden en las calles). Sin embargo, aunque suene macabro, de la maldad, la miseria, y el horror, las dictaduras han producido –indirectamente- literatura y literatos. Ejemplos hay en demasía, apunto algunos: de las oscuras cavernas del Chile de los setenta salió más tarde Roberto Bolaño, el gran Dios y mito de la literatura que nos dejó en la flor de su juventud literaria y que ahora ha despertado la curiosidad de los lectores estadounidenses que están comprando 2666 como si fuera pan caliente. Si Bolaño no hubiera salido de Chile exabruptamente quizá no hubiese sido el Bolaño que tanto admiramos (El escritor ya se ha vengado de Pinochet dándole clases de marxismo en su obra „Nocturno de Chile“). Después de la barbarie nazi nos siguen asombrando obras como „Las benévolas „ de Jonathan Littell o „Vida y destino“ de Vasili Grossman. O „El niño del pijama a rayas“ o „la ladrona de libros“, todos basados en los horripilantes hechos acaecidos a raíz de un tipo llamado Adolph Hitler y sus secuaces.


Cuando me pongo a pensar en este asunto, mejor sería que no existiera esa literatura, empero, como dice Le Clézio; „los escritores no están para salvar el mundo, sino para sufrirlo“, en fin, la existencia para todos, es -a fin de cuentas- esa alegoría mitológica que Camus nos tiró a la cara con Sísifo y su piedra; y, mucha literatura, en el transcurso de los años se ha ido amamantado de la maldad y la sin razón. La historia de la humanidad está plagada de infinitos rincones oscuros que a veces la historia oficial no conoce o prefirió, prefiere o preferirá desconocer. Al fin y al cabo, me pregunto, ¿quiénes escriben la historia oficial? ¿los perdedores? o ¿los ganadores?, ¿cuántos Vasilli Grossman víctimas de los Stalin habrán muerto sin haber visto publicadas sus obras?


Pero allí está la madre literatura que nos hace reír y llorar. Desde niño aprendí que el mundo tiene muchos colores, como el arcoiris, y acepté la existencia humana, como me decía mi profesor de la primaria en mi viejo colegio de Lima parafraseando a Rosseau “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe“. Luego llegó la lectura de „El principito“ de la mano de mi abuelo, el bibliotecario, y encontré esta hermosa frase que me llena de esperanza e impaciencia: lo más hermoso del desierto es que en alguna parte hay agua.


Buenas noches señoras y señores, con el permiso, voy a seguir leyendo a Chirbes.


(1) „La caída de Madrid“. Rafael Chirbes. Editorial Anagrama. Barcelona 2000.


(2) „Los viejos amigos“. Rafael Chirbes. Compactos Anagrama. Febrero 2008.

sábado, 10 de enero de 2009

CESAR VALLEJO, LE CLEZIO Y LA GUERRA



“Creo que los escritores no están para


salvar el mundo sino para sufrirlo”.


Jean-Marie Gustave Le Clezio


Las palabras de Le Clezio me rebotan en la cabeza pensando en el peruano más universal, César Vallejo, mientras miro por la ventana que miles de ciudadanos salen a las calles en algunas ciudades alemanas y europeas para protestar contra la peor de las palabras: guerra.


ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CALIZ


César Vallejo


Niños del mundo,
si cae España -digo, es un decir-
si cae
del cielo abajo su antebrazo que asen,
en cabestro, dos láminas terrestres;
niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!
¡qué temprano en el sol lo que os decía!
¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!


¡Niños del mundo, está
la madre España con su vientre a cuestas;
está nuestra maestra con sus férulas,
está madre y maestra,
cruz y madera, porque os dio la altura,
vértigo y división y suma, niños;
está con ella, padres procesales!


Si cae -digo, es un decir- si cae
España, de la tierra para abajo,
niños, ¡cómo vais a cesar de crecer!
¡cómo va a castigar el año al mes!
¡cómo van a quedarse en diez los dientes,
en palote el diptongo, la medalla en llanto!
¡Cómo va el corderillo a continuar
atado por la pata al gran tintero!
¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto
hasta la letra en que nació la pena!


Niños,
hijos de los guerreros, entre tanto,
bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo
la energía entre el reino animal,
las florecillas, los cometas y los hombres.
¡Bajad la voz, que esta
con su rigor, que es grande, sin saber
qué hacer, y está en su mano
la calavera hablando y habla y habla,
la calavera, aquélla de la trenza,
la calavera , aquélla de la vida!


¡Bajad la voz, os digo;
bajad la voz, el canto de las sílabas, el llanto
de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aún
el de las sienes que andan con dos piedras!
¡Bajad el aliento, y si
el antebrazo baja,
si las férulas suenan, si es la noche,
si el cielo cabe en dos limbos terrestres,
si hay ruido en el sonido de las puertas,
si tardo,
si no veis a nadie, si os asustan
los lápices sin punta, si la madre
España cae -digo, es un decir-
salid, niños del mundo; id a buscarla!...

viernes, 9 de enero de 2009

LE CLEZIO EL FASCINANTE



¿Cómo es posible que a alguien le pueda fascinar la idea en forma hiperbólica de leer la literatura de un escritor a quien todavía no ha leído? ¿Qué barrabasada podría ser esa de escribir sobre un autor y alabarlo sin haberlo leído? Eso es lo que me está ocurriendo con el -lo llamo así por ahora- síndrome Le Clezio. Todavía no he leído un libro suyo (porque estoy aún preso de la impactante literatura del autor español Rafael Chirbes, a quien leo con beneplácito y cuando lo hago pareciera que el autor me contara las cosas frente a frente mientras pruebo sorbos de vino y me traslado al espacio tiempo histórico que hojeo con dedicación) y deseo ingresar a su obra con el mayor de los cuidados, porque creo que –luego de leer tantas críticas y perfiles sobre Le Clezio- es un autor universal, tanto que si comparamos a algunos autores latinoamericanos que sueñan con el Premio Nobel delante de su figura, nos llevaremos una decepción, tanto que creo, sin temos a equivocarme, que lo tienen muy verde, ya que, sin duda alguna, son pocos los que llegan a su nivel en el sentido de abarcar el universo con la pluma y el papel. No doy nombres, para no herir susceptibilidades, porque sé que algunos me leen y me releen, empero, ya todos los conocemos debido a que sus nombres siempre están en las quinelas del Premio Nobel, y, quizá, lo digo con pena, nos moriremos, y no habrán recibido el ansiado galardón.


Pero, hablaba de Jean-Marie Gustave Le Clezio, nombre que escuché vagamente una vez. Más tarde lo volví a reconocer, y, finalmente se repetió al escuchar los apellidos de los candidatos al premio Nobel de Literatura 2008.

Este fin de semana, en medio del desastroso manojo de informaciones que llegan desde Gaza, leí en la revista de literatura del diario bonaerense Página 12 un excelente perfil del escritor francés. Por lo tanto, con el permiso del respetado, recomiendo la lectura del mismo titulado „El buen salvaje“, publicado en el mencionado diario argentino y firmado por Juan Pablo Bertazza. Algunos párrafos transcribo abajo:


Hasta el jueves 9 de octubre de 2008, justamente, Le Clézio era en gran parte del mundo un escritor raro, es decir, casi un desconocido. Mientras que en Francia era un escritor rare, es decir, poco frecuente y, sobre todo, muy misterioso: a pesar de haber contado con importantes reconocimientos en ese país...


(...)


Jean Marie Gustave Le Clézio nació el 13 de abril de 1940 en Niza, proveniente de una familia que, en el siglo XVIII, emigró a Isla Mauricio, donde el autor pasó los primeros años de su infancia y a la que considera su verdadera patria dentro de su naturaleza nómada. Luego esa familia atravesaría una diáspora entre Nigeria (su padre), Trinidad y Tobago (su tío) y París (su abuelo materno). En bretón, Le Clézio significa “les enclos” (“los cercados”), algo bastante paradójico para un hijo de un inglés y una bretona que, antes de recibirse de licenciado en Letras y de que le robaran la única copia de su tesis sobre Lautréamont en el aeropuerto de Albuquerque, quedó fascinado de chico con El libro de las maravillas de Marco Polo...


Para seguir leyendo: El buen salvaje

Más:

JOSE MARÍA ARGUEDAS Y EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2008 JEAN-MARIE GUSTAVE LE CLEZIO

MARCEL REICH-RANICKI NUNCA LEYÓ A JEAN-MARIE GUSTAVE LE CLÉZIO

JEAN-MARIE GUSTAVE LE CLÉZIO GANA EL NOBEL DE LITERATURA 2008

martes, 6 de enero de 2009

LITERATUR UND SPANISCHUNTERRICHT / LITERATURA Y CLASES DE CASTELLANO

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Warum Literatur? ¿Por qué? – Beim Erlernen der spanischen Sprache, vor allem im Anfängerkurs, wird der Schwerpunkt häufig allein auf das Training der mündlichen Kommunikationsfähigkeit gelegt und dabei die Tatsache übersehen, dass das Lesen literarischer Werke zu einem erweiterten Verständnis der Sprache führen kann. Nicht zuletzt ist der Wunsch, eine fremde, hispanofone, Kultur kennen zu lernen, die eigentliche Motivation für den Besuch eines Spanischkurses.

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LITERATUR UND SPANISCHUNTERRICHT / LITERATURA Y CLASES DE CASTELLANO


por José Carlos Contreras Azaña

Die Lektüre literarischer Texte in der Originalsprache gibt den Lernenden die Möglichkeit, die Vielseitigkeit der spanischsprachigen Welt zu entdecken: Spanien mit seinen verschiedenen (Regional-)Kulturen, seinem arabischen Erbe und dem jüngsten, nicht bewältigten Bürgerkrieg. Lateinamerika mit seinen präkolumbianischen Kulturen, seinen Kontrasten zwischen Arm und Reich, der einzigartigen Natur neben Zeugnissen brutaler Umweltzerstörung, Solidarität und Hoffnung, Verzweiflung und gewaltsamer Tod, Tanz, Musik und Magie.


Alle diese Themen lassen sich in literarischen Werken wiederfinden; sie sind in gewisser Weise eine Art Landes- und Mentalitätenkunde, Zeitzeugen konkreter gesellschaftlicher und politischer Hintergründe. Andererseits macht sie gerade der subjektive Blickwinkel des Autors interessant und dessen Wahrnehmung und Interpretation der Dinge.


Das Studium literarischer Texte macht auch deutlich, über wie viele verschiedene stilistische und regionale Ausdrucksformen das Spanische verfügt: Dialekte, Regionalismen und sprachliche Besonderheiten, die aus der Verbindung des Spanischen mit Sprachen der eingeborenen Völker Lateinamerikas oder der Migrantengruppen entstanden sind.


Nicht zuletzt ist der Einsatz literarischer Texte im Unterricht wichtig, da die Wörter kontextgebunden mit den entsprechenden Bedeu-tungsnuancen und nicht allein anhand von Lehrbuchtexten rezipiert werden können. Die Literatur ist sozusagen der Schlüssel, der die Pforte zur spanischen Sprache öffnet.


Was lesen? ¿Qué?


Ein wichtiger Aspekt bei der Literaturauswahl ist das persönliche Interesse der Lernenden. Man kann einen literarischen Text z. B. in Bezug auf deren Urlaubserlebnisse oder künftige Reiseziele aussuchen bzw. erfragen, welche spanischsprachigen Autorinnen und Autoren sie kennen(lernen möchten). Hier empfiehlt sich, die Lernenden möglichst an der Auswahl zu beteiligen. Dazu kann man in Kurzfassung einen Überblick über mehrere Werke geben und sich gemeinsam für ein Werk entscheiden.


Ebenfalls wichtig bei der Textauswahl ist auch das Lernziel. Denn es macht einen Unterschied, ob ich aus einem sprachlich anspruchsvollen Text in einer selektiven Leseaufgabe nur bestimmte Informationen wie Zahlen, Uhrzeiten o. Ä. herausfiltern oder lexikalische Feinheiten erläutern und interpretieren soll. Geht es bei der Textarbeit um mehr als nur globales Verstehen oder das Herausfiltern einzelner Informationen, muss der Text sprachlich so strukturiert sein, dass ihn die Lernenden beim ersten Lesen weitgehend verstehen. Erst dann können sie sich innerlich auf die Lektüre einlassen und den Inhalt interpretieren und diskutieren.


Umgekehrt darf der Text intellektuell und emotional nicht unterfordern. Generell wirkt ein literarischer Text auf seine Leser umso schwerer, je abstrakter er ist, je mehr die Sprache von der Standardsprache abweicht und je „fremder“ seine kulturgeschichtlichen, politischen oder religiösen Inhalte für die Lernenden sind. Dabei sollte man aber auch nicht vergessen, dass ein Text, der vom Inhalt und kulturellem Hintergrund her zunächst fremd wirkt, durchaus seinen eigenen Reiz hat. Der Leser reibt sich zunächst zwar an dieser Fremdheit, doch eröffnet gerade sie die Chance, den Horizont zu erweitern und das Fremde besser verstehen zu lernen.


Orientierungshilfe gibt auch die Gattungszugehörigkeit. Lieder, Gedichte und einfache Geschichten kann man oft schon auf der Stufe A1/A2 einsetzen, Anekdoten, Fabeln, Parabeln, Märchen und kurze Prosatexte auf der Stufe A2/B1. Ab B2 eignen sich (sprachlich anspruchsvollere) Erzählungen, Auszüge aus Romanen oder je nach Interesse der Lernenden komplette Werke.


Ich bin ein großer Anhänger von Kurzgeschichten. Sie sind leicht überschaubar, bringen das Wichtigste auf den Punkt und sind sprachlich meist einfach zu bewältigen. Außerdem können sie im Unterricht mehrmals gelesen werden, ohne dass die Übung langweilig oder langwierig wird. Kurzgeschichten wirken auf schwächere Lerner(gruppen) nicht so entmutigend, wie dies bei der Lektüre von längeren Texten oft der Fall ist.


Gute Erfahrungen habe ich unter anderem gemacht mit „Ojos de perro azul“ von García Márquez, „Llamadas telefónicas“ von Roberto Bolaño, „Montevideanos“ von Mario Benedetti, „Cuando fui mortal“ von Javier Marías, „Cuentos“ von Max Aub, „Cuentos de Eva Luna“ von Isabel Allende. Die Poesías „Yo soy así y no sé por qué” von Gloria Fuertes und „Biografía” von Gabriel Celaya in Perspectivas A2 (1) eignen sich ebenfalls hervorragend.


Wie lesen? ¿Cómo?


Man kann den Einsatz von Kurzgeschichten sehr abwechslungsreich gestalten, indem man verschiedene Übungstypen nutzt und die Lernenden an unterschiedliche Lesetechniken und an das kreative Schreiben heranführt. Vor allem gilt es, das Interesse am Text zu wecken und den Kurs neugierig zu machen.


Hier einige Vorschläge: Vor der Lektüre


- Zehn Schlüsselwörter aus dem Text heraussuchen. Die Lerneenden schreiben dazu in Kleingruppen einen Text. Dieser wird vorgelesen. Danach gemeinsame Lektüre der Kurzgeschichte.


- Text als Lückentext austeilen (die Schlüsselwörter fehlen), Text zu zweit ergänzen.


- Sie geben nur den Anfang (oder Anfang und Ende) der Geschichte vor. Die Lernenden überlegen, wie es weitergeht.


- Alternativ: Nur „Mittelstück“ der Geschichte austeilen und Anfang und Ende der Geschichte erfinden lassen.


Nach der Lektüre

– Den Text oder Teile des Textes verändern, z. B. unter der Aufgabenstellung: „Wie würde die Handlung weitergehen, wenn ...?“


– Die Kurzgeschichte „aktualisieren“, indem man die Handlung aus einer vergangenen Epoche in die Gegenwart versetzt. Alternativ: Die Handlung soll in Deutschland spielen!


– Erzählen, was geschehen ist, bevor die Geschichte beginnt, oder was danach geschehen ist.



(1) Perspectivas A2. Kurs- und Arbeitsbuch mit Audio-CD zum Übungsteil (Best.-Nr. 200 574)

978-3-464-20057-5 Q 21,95


Informationen zum Lehrwerk Perspectivas: www.cornelsen.de/perspectivas

Texto publicado en MitSprache Nr. 19 Editorial Cornelsen, Alemania, con el título: Unser Fachthema: Einsatz von literarischen Texten im Spanischunterricht, Niveaustufe A2 – B1:

Unser Fachthema: Einsatz von literarischen Texten im ...

domingo, 4 de enero de 2009

INVASIÓN A GAZA Y EL ALEPH DE BORGES


Hoy día me ha entrado una borrasca de los mil demonios que parezco un barco de papel en medio de un océano perdido. En estos precisos momentos, mientras te escribo, hipócrita lector, muere gente inocente en Gaza ( ¿cómo saber quién es inocente y quién es culpable?), y, entonces me pregunto ¿cómo escribir sobre lo que más me gusta: la literatura?: si escucho a mis espaldas el grito de seres humanos despanzurrados por el odio.


„Un hombre pasa con un pan al hombro

¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

(...)

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza

¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?“ (1)


escribió César Vallejo.


El delicado tema palestino-israelí es un asunto muy complejo que ya me gustaría que el maestro Borges, acostumbrado a sus galimatias y arcanos literarios, me lo hubiera podido descifrar, o mejor dicho, solucionar. Pero me impongo la penitencia que el viejo se hubiera equivocado, porque todos los hombres caemos a veces en el error. Si se despertara el rey Salomón todo sería distinto. En verdad que no lo sé. Pero lo intuyo.


Ayer, después de leer los diarios, escuchar la radio y ver la televisión, para meter la cabeza como un avestruz en mis zapatos, releí el cuento El Aleph de Jorge Luis Borges. Ojalá dentro de unas horas, dentro de unos minutos, dentro de unos días, dentro de unos meses, dentro de unos años, dentro de unos siglos, hallaran en el sótano de alguna casa abandonada el Aleph, los que, se hacen llamar o los han llamado, representantes de ambos pueblos.


La muerte es perversa. El odio es perverso. Si le compráramos un espejo a los de allá y acuyá, quizá, conseguiríamos que un rayito de luz cayera en sus cabellos o cabeza (debajo está el cerebro, no se olviden) para tranzar el derecho sobre una tierra en donde ambos se prorrogan ese derecho. Un tema sumamente picante y delicado, cuidado, pero que de ninguna manera podré aceptar el pretexto torpe de la masacre, venga de donde venga.


El tema no es fácil, porque, históricamente hemos sido casi todos culpables de su erupción. De esa lava se alimenta la industria de la muerte.


El Aleph, por Dios que aparezca:


- ¿El Aleph?- repetí.

-Sí, el lugar donde están sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos.(2)


Me quedo aquí, porque, ya tú sabes. No me vaya a tildar alguien de ser „pro este“ o „pro otro“ (3). Estoy en contra de toda clase de matanzas, contra todo pensamiento único, porque el mundo tiene muchos colores y porque „soy un moro judio que vive con los cristianos“, hindues, budistas, etcétera, y, todo lo que existe sobre la pachamama (4).


MILONGA DEL MORO JUDIO


Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé que Dios es el mío
ni cuales son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.

MILONGA DEL MORO JUDIO. Jorge Drexler.

Para ver y escuchar el vídeo de la „Milonga del moro judio“ en la voz de Jorge Drexler hacer clic abajo:

http://www.youtube.com/watch?v=R3lb7Vx2yVI


(1) Un hombre pasa con un pan al hombro. César vallejo. Un hombre pasa con un pan al hombro


(2) El Aleph. Jorge Luis Borges.Unidad Editorial S.A. Madrid. 1999. Página 111.


(3) "Yo no digo lo que pienso sino lo que me pregunto si no podría ser pensado"

(Michael Foucault)


(4) Hoy hemos emitido en el programa "Haltestelle Iberoamerika" que se transmite desde karlsruhe, Alemania, la canción de Jorge Drexler „Milonga del moro judio“. Arriba copié el texto y colgado el link para que puedan ver y escuchar a su autor cantándolo. Me despido aquí. Un abrazo.

viernes, 2 de enero de 2009

"FEUCHTGEBIETE" FUE EL LIBRO MÁS VENDIDO EN ALEMANIA DURANTE EL 2008

De Kackwurst a Muschipilzbefall (1), vocabulario en idioma alemán que usa la autora en el libro más vendido en Alemania durante 2008: „Feuchtgebiete". En la foto su autora, una -increiblemente- simpatiquísima joven sorprendida por el éxito. Fuente fotográfica: RP online

¿Quién entiende a los lectores?. Cada uno es libre de comprar y leer los libros que quiera, pero siempre queda la duda colgando como una guillotina en la puerta de las editoriales. Si Johann Wolfgang von Goethe se despertara y leyera el libro más vendido de Alemania en 2008 no sé que diría. Quizá no entendería cómo una literatura del hemorroides, mojón y hongos, sea un superventas. Pero allí está el libro que se ha vendido 1,3 millones de ejemplares y traducido en 26 idiomas. "Feuchtgebiete", se titula, y, hasta su misma autora, Charlotte Roche, se ha espantado de tanto éxito. En fin, "Feuchtgebiete" fue el libro más vendido de 2008 de acuerdo a la lista proporcionada por Media Control que se basa en el índice de ventas de libros en las librerías y centros comerciales del país de Bertolt Brecht desde enero a diciembre de 2008.


Siguiendo la lista de los diez libros más vendidos en el 2008 y de acuerdo al estudio de Media Control, «Die Leber wächst mit ihren Aufgaben» del cabaretista Eckart von Hirschhausen y «Die letzte Spur» novela policiaca de Charlotte Link, ambos libros de bolsillo, ocuparon el segundo y tercer puesto respectivamente. Seis de los libros más vendidos del año son libros de bolsillo.


En el cuarto puesto se posesionó la novela de Ken Follett «Die Tore der Welt» y en quinto «Drachenläufer» de Khaled Hosseini, cuya escenificación en la pantalla grande vi el pasado año y no me gustó porque salen a relucir prejuicios banales desde la perspectiva occidental sobre el mundo musulmán. No debí de ver la película antes de leer el libro. Craso error.


Completan la lista de los diez libros más vendidos en Alemania el trabajo de filosofía «Wer bin ich und wenn ja, wie viele?» de Richard D. Precht ,que ocupó el sexto lugar ,y, en séptimo, «Mieses Karma» de David Safier; y en el octavo «Verblendung» de Stieg Larsson.


El noveno puesto le correspondió al libro para niños «Eragon. Die Weisheit des Feuers» de Christopher Paolini y cerró la lista de los diez la novela policiaca «Die Chemie des Todes» de Simon Beckett.


"Feuchtgebiete" saldrá al mercado en idioma inglés en abril de este año con el título „Wetlands“ y me supongo que el encargado de la traducción (Tim Mohr redactor de la revista Playboy ) debe de estar sudando la gota gorda. ¿Cómo traducirá palabras como „Kackeschwitze“ o Perlenrüssel“ o Kackhemmung (esta palabra significa en inglés algo así como «log jam» que en alemán sería Stuhlgangsstau; en español, estreñimiento)


Otras palabras que seguro despertaron la curiosidad de los lectores de "Feuchtgebiete" y ahora la sorpresa de sus traductores es «Kackwurst» en inglés «log of crap», o en su traducción directa sería `crap sausage´. Muschipilzbefall y Glitschischleim, son otras de las palabras con que se lidian sus traductores.

(1) Kackwurst significa en castellano mojón, y Muschipilzbefall, hongo vaginal.