miércoles, 27 de febrero de 2008

LOS PASOS DE ARTHUR Y RECORDANDO A WASHINGTON DELGADO

En la foto, la portada del libro "La palabra en el tiempo", una antología de la obra del poeta peruano Washington Delgado.

Arthur ha comenzado a dar sus primeros pasos. Y al verlos, me ha venido, de lo más profundo de la memoria aquellos versos del gran poeta peruano nacido en el Cusco, Washington Delgado (sus libros los tengo en mi biblioteca de Lima):

Toco tu mano y toco todas las manos de la tierra.

Aquellos versos fueron para mí como un látigo que enronchó mis oídos con el hermoso beso de la solidaridad cuando los escuché por primera vez a través de la voz de mi profesor de literatura en la secundaria:

Toco una mano y toco todas las manos de la tierra.

Ahora podría decir sin afán de comparar pasos con manos:
Veo tus pasos y veo todos los pasos del mundo, bebé.
A continuación el poema completo "Toco una mano".

Toco una mano

(Washington Delgado)

Toco una mano y toco
todas las manos de la tierra.

Nada es distinto de este rostro
de esta voz instantánea
y la fuerza del corazón es también
un resplandor en el cielo.

El amor es idéntico
a sí mismo, yo soy
una multitud sobre la tierra.

Todo el amor es nuestro:
toco una mano y toco
toda la hermosura.

A mí nunca me ha gustado ese lema que lanzó Neil Armstrog cuando llegó a la luna:"Este es un pequeño paso para el hombre, pero un paso inmenso para la humanidad".

Tampoco me hubiera gustado si lo hubieran mencionado los rusos, porque -dicho sea de paso- los rusos le estaban pisando los talones a los americanos en el afán de dar los primeros saltitos sobre la luna. Este lema, dicho o anuncio, o lo que sea: "That`s one giant leap for man, one giant leap for mankind", lo encuentro absurdo, pacato, publicitario y dando a entrever que alguien da pasos por nosotros. Es una tontería que sólo se tragarían los imbéciles, porque aquí en la tierra hay tanto que hacer, hay tanto que obrar, o mejor dicho tanto que frenar, que ya ven como le estamos golpeando, a diestra y siniestra, a nuestro afligido planeta y, sin embargo, nos hemos ido a dar pasos a otros espacios, sin siquiera poder resolver nuestros problemas más acuciantes.

Volviendo a Arthur: creo que lo más hermoso que le puede pasar a un ser humano, es contemplar los primeros pasos de otro ser humano, y/o, observar las primeras zancadas de un cachorro o de un caballo al nacer o un polluelo u otro animal que nos permita gozar de la majestuosa ayuda que madres, y , algunos padres, dispensan a sus crías durante sus primeros pasos.

Acabo de enterarme en el documental Unsere Erde (2) que los bebés ballenas beben más de 600 litros de leche al día, y he visto, en el referido filme, como las madres ballenas ayudan a sus crías a salir a la superfície para absorver el aire que necesitan. A respirar ese bendito aire que, gracias a nuestra idiotez, lo estamos convirtiendo en maoliente, nocivo y escaso.

Ya que toco el tema "aire", siempre me han fascinado las palabras del poeta español Antonio Gala refiriéndose al aire de Cantabria, norte de España, cuando dice que al pasear por los montes de Santander tiene miedo, al respirar, de comerse una vaca.

Estuve en Santader con un grupo de mis alumnos hace dos años, y de verdad que el aire se siente así de limpio, tal como lo he sentido en las inolvidables alturas de Machu Picchu, en Cusco, Perú, la tierra de Washington Delgado.

Bueno, quería escribir sobre los primeros pasos de Arthur, y , me he salido por la tangente tocando otras aristas. Que Arthur me perdone. Y no es vanidad. Y tú también. Ahora me corro. Voy a seguir contemplando sus primeros pasos.

(1) Toco tu mano. Washington Delgado. Cusco 1927- Lima 2003. Perú.

domingo, 24 de febrero de 2008

HUMBERTO AK`ABAL Y LA POESÍA DE LA NATURALEZA

Portada del libro "Trommel aus Stein" de Humberto Aka`bal, publicado por la editorial Union Verlag www.unionsverlag.com

Hoy, mientras Aune Hartmann nos contaba en la edición dominical del programa radial Haltestelle Iberoamerika (1) sobre la destrucción de la selva amazónica y de la fiebre de la producción de soja y las futuras consecuencias de la producción del mal llamado biodiesel, me venían a la mente los versos del poeta Humberto Ak`abal, que antes habíamos leído con Ute Petsch.

Eran poemas tan sencillos, pero pletóricos de energía y amor. La poesía de Aka`bal hace volar, a través de palabras, por el fantástico mundo de los sonidos: chillidos de pájaros "Güis-güil, Tuc tuc, Chaper - pantuj"(2) caídas de gotas de lluvia sobre hoja abiertas como manos, o, los brazos del viento metiéndose a través de la tarde entre los árboles del norte de Guatemala. Eso es la poesía de Humberto Aka`bal: madera fina, oro de palabras que se riegan al viento.

Ayer decía la violinista alemana Anne-Sophie Mutter, en una entrevista publicada por el diario El País (3), que "la música es aire que se convierte en sonido, debe quedar pegada a los lugares en los que se interpreta bien". Eso mismo se puede pensar sobre la poesía de Ak`abal (4).

Este poeta nacido en Momostenango, Guatemala en 1952, escribe sus poemas en el idioma maya k´iché y luego los traduce al español, y , además, no se va por las ramas: desde inicios de la última década del siglo pasado anda dando las puertas en las narices al comité del Premio "Miguel Angel Asturias". Razón: él dice que Asturias, en un tratado que escribió, ofendió al pueblo indígena de su país y eso no no lo puede perdonar.

A continuación un extracto de su poema "La flor amarilla de los sepulcros":
Un viento de muerte baja de la cumbre,
helado muerde como chucho con
rabia...
y las flores se agachan, tienen miedo
y antes del mediodía se marchitan.

(1) Haltestelle Iberoamerika se transmite a través de Querfunk http://www.querfunk.de/ y posee el siguiente blog http://www.haltestelleiberoamerika.blogspot.com/
(2) del poema "La flor amarilla de los sepulcros".
(3) Babelia, revista de literatura del diario EL PAÍS. Páginas 2, 3, 4 y 5. 23 de febrero de 2008.
(4) Página oficial de poeta: http://akabal.com/

viernes, 15 de febrero de 2008

ERNESTO CARDENAL Y EL ALMA DE VALLEJO EN EL GUADALUPE

Portada del libro "Los años en Solentiname". Editorial Peter Hammer (www.peter-hammer-verlag.de)
A raíz de la gira de Ernesto Cardenal por Alemania, he vuelto a releer algunos de sus poemas.

Sin embargo, uno de sus poemas que ha quedado grabado para siempre en mis neuronas, es el que adornaba discretamente uno de los lavabos del patio de tercero del centenario colegio peruano Nuestra Señora de Guadalupe:


Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amaran como te amaba yo.(1)

Esos versos fueron las primeras luces misteriosas que a nosotros los alumnos nos transportaba hasta Managua imaginariamente y nos hacía olvidar la lección obligada sobre Rubén Dario. La guerra había terminado en Nicaragua, y, Somoza se había esfumado entre las nubes más oscuras de América Latina. Pero allí siguieron, incólumes, esos versos de este cura rebelde que me hacía pensar en una cierta confabulación con las ánimas del colegio, porque esas palabras las volví a ver en otros patios guadalupanos, a pesar que -por obligaciones del estricto ornato del plantel- habían sido desterradas fisicamente, pero, aunque no se me crea, seguían allí, grabadas, sin estarlo.

¿Quién sería ese poeta niño que te copiaba sobre la madera de las puertas del baño, Ernesto? ¿De quién sería esa mano izquierda dibujando tus alfabetos infinitos? ¿Sería el alma de César Vallejo desplazándose por el centenario colegio limeño, donde fue profesor, derramando solidariamente la poesía de sus hijos poetas de América?.

Luego apareció Marilyn Monroe y su llamada de teléfono olvidada por los Dioses:

Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,

(...)

Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.

(...)

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!(
2)

Ahora que Ernesto Cardenal está en Alemania, decía, le he releído, he visitado algunos bares con amigos calentando los inviernos con la espuma del alcohol y su poemario en el bolsillo. A que no me van a creer lo que he visto cuando he entrado al primer lavabo al llamado urgente de la vejiga: he visto al niño mirando el poema de Cardenal tan igual como lo veía en el Guadalupe, así de fresquito, así de cerquita, vivo e imponente.

Gracias Diosa Poesía!
Ernesto Cardenal el pasado domingo 10 de febrero en la ciudad de Pforzheim, durante la lectura de su poesía y el espectáculo CANTO A LA VIDA en el marco de los 25 años del Grupo Sal. Foto gracias a la gentileza de Suzanne Richter.

(1) Al perderte yo a ti. Ernesto Cardenal.

(2) Oración a Marilyn Monroe. Ernesto Cardenal.

jueves, 14 de febrero de 2008

SOBRE MUJERES DE LATINOAMÉRICA, ORHAN PAMUK Y MUSICÓLOGOS

Portada del libro "Me llamo rojo" del escritor Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura 2006.

Estuve, hasta hace unas horas, en una larga y amena noche, tras la inauguración de la Exposición "Neue Rhythmen am Rhein . Frauen aus Lateinamerika / Nuevos ritmos en el Rin - mujeres de latinoamérica": un evento que se esmera en transmitir una visión sobre la situación pasada y actual de las mujeres latinas que viven a las riberas del río que tanto cantaron los poetas alemanes como Johann Wolfgang von Goethe y Kurt Tucholsky; Friedrich Schiller y Hölderlin: el río Rin (1).

Friedrich Hölderlin escribió una vez el siguiente poema sobre el río (de lo que transcribimos un extracto):

Der Rhein

Im dunkel Efeu saß ich, an der Pforte
Des Waldes, eben,da der goldene Mittag,
Den Quell besuchend, herunterkamm
Von Treppen des Alpengebirgs,
Das mir die göttlichgebaute,
Die Burg der Himmlischen heißt
Nach alter Meinung, wo aber
Geheim noch manches entschieden
Zu Menschen gelangen; von da
Vernahm ich ohne Vermuten
Ein Schicksal, denn noch kaum
War mir im warmen Schatten
Sich manches beredend, die Seele
Italia zu geschweift
Und fernhin an die Küsten Moreas.

(...)

En la velada de anoche, escuché hablar atentamente -como le encantan a las mujeres- a dos damas turcas sobre las maravillas de su país, pero no tocamos la figura del premio nobel Orhan Pamuk, tema que estaba en la punta de mi lengua y que no afloró por respeto a mis contertulias y por la avidez de saber sobre la cultura de otros lares.

Como no he leído ningún libro de este autor me he prometido leer, cuanto antes, algunas de sus novelas o cuentos. Muchos hablan que Orhan Pamuk pone de manifiesto en sus escritos el choque y la simbiosis de las culturas: léase oriente y occidente, Turquia y occidente.

Sobre Pamuk, me viene a la memoria el escándalo que provocó en su país cuando declaró en una entrevista a un diario suizo sobre el asesinato de más de un millón de armenios en la segunda década del siglo pasado y la muerte de más de 300 mil kurdos por parte de Turquía. Entonces lo acusaron de pisotear el honor turco y los fundamentalistas heridos por lo dicho, lo amenazaron. Menos mal que la sangre no llegó al río.

Volviendo a las mujeres, en la exposición "Nuevos ritmos en el Rin - mujeres de latinoamérica", descubrí la imagen y textos de una peruana, Dora, quien contaba que se había visto obligada a emigrar a Alemania por la situación de inseguridad que castigó a Perú en la década de los noventa, y además, por la crisis económica. El resto de biografías y fotos expuestas pertenecen a mujeres venidas de México o Guatemala, Colombia o Cuba. Chilenas, argentinas, uruguayas y bolivianas no existen en la presentación.
De los musicólogos que encontré anoche mejor no hablo, porque lamentablemente no tengo tiempo y me tengo que ir a la cama. Pero luego de oirles, descubrí que de ritmos salseros y boleros no sé absolutamente nada. A pesar que en la ciudad en donde vivo, elegantemente levantada a los pies del río Rin, bailo a menudo sin saber las notas y los toques, los no sé qué y los no sé cuanto, que sólo la gente que tiene buen oído y que sabe de música puede notar.


(2) Un portal dedicado al escritor turco Orhan Pamuk: http://www.orhanpamuk.net/

miércoles, 13 de febrero de 2008

PROJEKT QUIPU / PROYECTO QUIPU

Paul Valery decía que los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido y, Ray Bradbury, que hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos. En este caso no hablamos de libros, bueno, de futuros libros, y de un proyecto de gente amante de la literatura que ha tomado la posta de otro buen amante de la literatura que empezó con Quipu. A él, a ella y ellas y ellos, les seguiremos todos y todo por amor a las letras.

Larga vida a Quipu!

Aristoteles sagte, dass die Literatur die Imitation (griegisch mímesis) ist, die sich in Worten reflektiert . Literatur ist die Symbiose von Gefühlen und Ideen. Es gibt keine Idee, die nicht aufgeschrieben werden kann. So wie es keine Schrift gibt, die nicht aus der Idee geboren ist.

Die Literatur ist der Schlüssel, der die Pforten öffnet, um sich am Busen der Sprache zu nähren.


In diesen Zusammenhang begrüssen wir das literarische Projekt Quipu, das unterschiedliche Leute aus verschiedenen Länder geeint hat mit den Ziel, Literatur von jungen Autoren aus Peru zu veröffentlichen.

Lang lebe Quipu!


Quipu es un proyecto de difusión de la obra literaria de jóvenes escritores peruanos, de preferencia (pero no excluyentemente) provincianos y ajenos a los circuitos editoriales convencionales. Quipu invita a los escritores a participar en el proyecto enviando textos (poemas o cuentos) a la siguiente dirección electrónica: gfaveron@gmail.com

Cada dos semanas, se seleccionará un texto entre los recibidos en los últimos quince días, y el texto elegido será publicado simultáneamente en una red que cuenta hasta ahora con 22 blogs, un diario de circulación nacional y un programa de radio bilingue en Alemania.

Los blogs son:
Kolumna Okupa, de Rocío Silva Santisteban
Moleskine Literario
, de Iván Thays
Libros, de Javier Ágreda
Lado B, de Juan Carlos Bondy
Haltestelle Iberoamerika, de Ute Petsch, Maja Schweiger et al.
Literatambo, de José Carlos Contreras
Gran Combo Club, de Silvio Rendón, Daniel Salas et al.
El Lápiz y el Martillo, de Javier Garvich
Letra Capital, de Carlos Sotomayor
La Peña Lingüística, de Miguel Rodríguez Mondoñedo
José Antonio Galloso, de José Antonio Galloso
Notas Canarias, de Fernando Velásquez
Amores Bizarros, de Max Palacios
La Fortaleza de la Soledad, de Gabriel Ruiz Ortega
Tanque de Casma, de Ernesto Carlín
Letras Lesivas, de Luis Ángel Pardo
Borrones y Otros, de Vanessa Soldevilla
Club de Artes y Letras, de Laura García
Mundo de Teatro, de Carlos Vargas Salgado
Enfrentados, de Jorge Malpartida Tabuchi
Puente Aéreo, de Gustavo Faverón
Quipu, de Gustavo Faverón

El diario de circulación nacional es El Peruano, a través de su suplemento Variedades. El programa de radio es Haltestelle Iberoamerika (Paradero Iberoamérica), que se transmite en dos estados alemanes y para todo el mundo por internet en www.querfunk.de En el programa, el texto seleccionado sería leído en español y en traducción al alemán.

BASES

Podrán enviar sus textos (cuentos o poemas) a Quipu todos aquellos escritores peruanos que cumplan con al menos UNO de los siguientes requisitos (no necesariamente con los tres; basta con cumplir uno):

1. Ser menor de 30 años.

2. No haber publicado más de dos libros (se preferirá a los autores inéditos).

3. No haber publicado nunca en una editorial limeña.
Repetimos: basta con cumplir con UNA de las tres condiciones anteriores. La dirección de envío es: gfaveron@gmail.com

Las bases no especifican que el autor deba ser del interior del país. Sin embargo, una de las intenciones centrales de Quipu es la difusión de la literatura escrita en provincias. Por ello se anima especialmente a los jóvenes escritores no limeños a participar, pero no se discriminará a los de la capital.
La decisión de cuáles de los cuentos recibidos serán publicados en
Quipu
será tomada por un grupo de evaluadores, de preferencia elegidos entre los administradores de los blogs participantes.

martes, 12 de febrero de 2008

ANSICHTEN EINES CLOWNS, HEINRICH BÖLL, INFIERNO Y OBISPOS CONTRA ZP

Portada del libro Opiniones de un payaso de Heinrich Böll. Editorial dtv (www.dtv.de)

"Ich bin in Bonn geboren und kenne hier viele Leute: Verwandte Bekannte. ehemalige Mitschüler. Meine Eltern wohnen hier, und mein Bruder Leo, der unter Züpfners Patenschaft konvertiert ist, studiert hier katholische Theologie.(...)Seit dem Tod meine Schwester Henriette existieren meine Eltern für mich nicht mehr als solche. Henriette ist schon siebzehn Jahre tot. Sie war sechzehn, als der Krieg zu Ende ging, ein schönes Mädchen, blond, die beste Tennisspielerin zwischen Bonn und Remagen"(1)

Así empieza Henrich Böll, el cuarto capítulo de su libro Ansichten eines Clowns: Opiniones de una payaso , el cual -por un acto reflexivo- me he puesto a releer, tras las declaraciones del papa Benedicto XVI certificando hace unos días que el infierno existe y a raíz, también, que en España, en plena precampaña electoral, la iglesia, abiertamente, ha pedido al electorado a votar en contra del actual jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, empedernido, confeso y convito lector de Borges .

No sé si Böll, premio Nobel de Literatuta 1972, proceda de una familia católica, pero quien escribe, sí -en Alemania, por cosas del destino, convertido al protestantismo- como para variar. Heinrich Böll dijo una vez que su libro no era anticatólico, porque después de publicado Ansichten eines Clowns, le llovieron las críticas.

En la novela se lee los constantes pesares que vive Hans Schnier con su novia, una ferviente seguidora de los postulados de la iglesia católica. Hans tiene una relación con ella que dura años. Relación que apunta al matrimonio. Pero antes de ello, ambos discuten sobre la manera de cómo educarán a sus futuros hijos y cómo vivirán. Esa forma terca de su pareja, atada por todos lados a su educación religiosa, inquieta abiertamente a Hans. Un día, Marie le deja una esquela de despedida.

Hans, quien está decidido a no seguir los deberes impuestos por una sociedad alemana embriagada en el laberinto del milagro económico de la década del cincuenta y sesenta, y marcado por la sombra de la guerra y la participación activa de sus padres en el movimiento nazi, empieza a saldar cuentas con el pasado. Para hacer la cosa más breve, cuento que nuestro personaje se convierte en un payaso, en un cantante de la calle guitarra en mano. Cambia su vida totalmente.

La trama de la película americana Into the Wild (2) de Sean Penn, que vi el mes pasado, posee tintes parecidos a esta historia, salvando las épocas y otras versiones, por supuesto, porque Christopher McCandless no es de ninguna manera Hans Schnier, empero, esconden el mismo afan de echar por tierra los parámetros que a veces la familia y sociedad impone a muchos.

McCandless existió, y Heinrich Böll fue obligado a servir a las tropas hitlerianas.

En fin, nuestro payaso cantador termina su historia en una estación de trenes pidiendo limosna y tarareando "der arme Papst Johannes hört nicht die CDU, er ist nicht Müllers Esel, er will nicht Müllers Kuh" (3)

A propósito de la existencia del infierno, idea que defendiera el teólogo suizo Urs Von Baltasar, me gustaría saber si alguien ha leído el libro de Fernando Vallejo titulado La puta de Babilonia.
(1) Ansichten eines Clowns. Heinrich Böll. Insel Verlag. Leipzig.1990. Página 24.
(3)Ibid. Página 285.

lunes, 11 de febrero de 2008

LAURA YASAN, AACHEN; FUßBALL UND GEDICHT

Imagen de la poeta argentina Laura Yasan. Fuente fotográfica Libros en Red (www.librosnered.com)

Me acabo de enterar, a través del diario bonaerense Página 12, que la poeta argentina Laura Yasan ganó la pasada edición del Premio de Poesía Casa de las Américas de Cuba (1). Inmediatamente he buscado a través de la red algún poema de esta autora para que enamore mis oídos en esta noche de lunes después de haber visto diez minutos de un partido de fútbol de segunda división entre el Aquisgrán y el Colonia (Aachen contra Köln), donde los primeros ganaron 2 a 1.

Qué ridículo suena hablar de fútbol en una página que empezó tocando el tema de la poesía. Pero si me pongo a pensar que existe en muchas partes del planeta una simbiosis misteriosa entre la pelota y la literatura, me quedo más tranquilo.

Una vez el gran Rafael Alberti le dedicó un poema a Franz Platko, portero húngaro del FC Barcelona en el campeonato español de 1928 cuando salió herido en un enfrentamiento contra la Real Sociedad de San Sebastián. Hasta el paisano de la poeta Laura Yasan, Roberto Fontanarrosa, era un adicto al fútbol y amante del club Rosario Central. Publicó libros sobre fútbol y cuentos peloteros.

Acabemo esto y leamos el poema Ver en el humo de la poeta Laura Yasan, ganadora del Premio Casa de las Américas.

Ver en el Humo

hay hombres con los ojos llenos de candados
siempre cargan consigo algún secreto sórdido
una estampita de bordes carcomidos
y la foto borrosa de un amor sin retorno
los domingos la tienden como un mantel sobre el recuerdo
hacen su fiesta de un material sin brillo
fumando lentos
pueden ver en el humo el más fino detalle de ese rostro
ganar en el alcohol la melodía innata de los héroes
suspirar quebradito hasta la noche
de no ser por la yegua soledad que pide piel a gritos
y que le abran de una puta vez

(1) Entrevista a Laura Yasan en Página 12 http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-9176-2008-02-11.html

domingo, 10 de febrero de 2008

THEODOR STORM, HÄWELMANN Y LOS GATOS DEL ESTANTE DE KIRBACH

Imagen de Theodror Storm. Fuente fotográfica Projekt Gutenberg De.

Meeresstrand (1)

Ans Haff nun fliegt die Möwe,
Und Dämmrung bricht herein;
Über die feuchten Watten
Spiegelt der Abendschein.

Últimamemte, leer libros para niños es la nueva fascinación que he encontrado o reencontrado. No se trata de una manía pre primaveral sino una respuesta al sinnúmero de libros infantiles que reune la biblioteca de mi compañera y que han aparecido como frutos exquisitos para la futura lactancia literaria -si lo deseara- del pequeño Arthur. Entre ellos descubrí el libro de Theodor Storm (2) "Von Kindern und Katzen" (De niños y gatos"), un delicioso libro que empieza con poesía como esta:

Von Katzen (3)

Vergangnen Maitag brachte meine Katze
zur Welt sechs allerliebste kleine Kätzchen,
Maikätzchen, alle weiß mit schwarzen Schwänzchen

El primer cuento del libro se llama "Von Kindern und Katzen und wie sie Nine begruben" y que relata la muerte de la gata Nine y su enterramiento.

El segundo, fascinante como el primero, se titula "Der Kleine Häwelmann" (4). En cuatro páginas, Theodor Storm cuenta la historia de un niño llamado Häwelmann quien una noche no podía dormir y entabla una conversación con la luna que lo mira a través de la ventana, mientras la madre de nuestro pequeño héroe duerme ya como una piedra.

"Es war ainmal ein kleiner Junge, der hieß Häwelmann. Des Nachts schlief er in einem Rollenbett und auch des Nachmittasg, wenn er müde war; wenn er aber nicht müde war, so mußte seine Mutter ihn darin in der Stube umherfahren, und davon konnte er nie genung bekommen"

Häwelmann desea seguir moviéndose a través de su cama columpio, el cual hasta hace un rato empujaba su madre y que se ha quedado detenido porque ella se ha dormido.
Entonces la luna entra en el cuento y tras los ruegos de Häwelmann lo saca, a través de uno de sus hilos de luz, de su casa y el chico recorre la ciudad a través de la noche.
Las calles están vacías y Häwelmann pregunta ¿dónde está la gente?. Duermen, responde la luna. Lo mismo pasa en el bosque, donde no hay ni liebres ni venados.

Im Walde war es still und einsam; die Tiere waren nicht zu sehen; weder die Hirsche noch die Hasen, auch nicht die kleinen Mäuse. So fuhren sie immer weiter, durch Tannen- und Buchenwälder, bergauf und bergab. Der gute Mond ging nebenher und leuchtete in alle Büsche; aber die Tiere waren nicht zu sehen

De pronto, en la oscuridad, Häwelmann se encuentra con un pequeño gato que salta de árbol en árbol y le pregunta: ¿donde están los animales?. Duermen, ¿no escuchas como roncan?, le contesta el pequeño gato.

Häwelmann es tan inquieto que hace que la luna maniobre por ángulos desconocidos hasta que deja de alumbrar y todo se hace obscuro. Sin embargo, ante tanta obscuridad, Häwelmann ve una pequeña luz que sale a lo lejos y cree que la luna ha vuelto, pero es el sol que sale del mar con el día y que le dice que si no hubiera llegado a tiempo "te hubieras ahogado en el mar".

La historia es hermosísima y no apta para niños dormilones. En fin, Theodor Storm me ha alegrado el domingo luego de haber leído tantos calificativos xenófobos que salen de la precampaña electoral española de la boca de ciertos candidatos que creo que deberían ducharse con buena literatura para niños, si es que saben leer por supuesto.

(1) Theodor Storm. Von Kindern und Katzen. Der Kinderbuchverlag Berlín. DDR.1983. Página 159.
(2) Algo sobre la biografía de Theodor Storm: http://www.grosse-literatur.de/autoren_storm.php
(3) Von Kinder und Katzen. Ibid. Página 5.
(4) Ibid. Página18.

sábado, 9 de febrero de 2008

CÉSAR VALLEJO Y LAS OREJAS DE MI BURRO EN LA CATEDRAL DE ESPIRA

Abajo la portada del libro España aparta de mí este cáliz de César Vallejo. Editorial Rimbaud. (www.rimbaud.de)

Desde niño siempre me llamaron la atención las iglesias, especialmente las enormes y macizas, las amplias y abiertas, como el Titanic, que zarpó una vez de Cork, Irlanda (antes lo había hecho de Southampton) y nunca volvió.
Tal vez tuve esa manía porque vengo de una ciudad, en cuyo casco viejo existen un sinnúmero de iglesias, a diestra y siniestra.
Como soy hijo de una mujer católica hasta los tuétanos, siempre me hacía recorrer, agarrado de la mano, las 13 estaciones en la Semana Santa, que representan el martirio de Jesucristo hasta su subida al Gólgota.
Creo que yo iba más porque me encantaba después de visitar las catedrales, el arroz zambito o la mazamorra morada con picarones que me invitaba después como recompensa mi madre. Eso sí que valía una catedral.

Ayer estuve visitando la vieja catedral de Espira, en el estado alemán de Renania Palatinado. La catedral de Espira es la iglesia romana más antigua del mundo. Su fecha de construcción data de 1030. Cuando recorría sus enormes pilares y observaba las curvas de sus tejados me comenzaron a llegar las imágenes que una vez vi sobre las experiencias de la guerra civil española que vivió el gran poeta universal nacido en Perú, César Vallejo. En la película, Vallejo visitaba una iglesia y le preguntaba abiertamente a Dios el por qué de tanta muerte y miseria, dolor y sangre en tierras españolas.
Desde ese recuerdo atravesé las esquinas de Espira, escuchando a Vallejo los primeros versos de su poema Espergesia que me leía el profesor de literatura en el centenario Colegio Guadalupe:

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Lo que más me molesta de la historia de Vallejo es que se fue a morir a París. Con el perdón de todos los emigrantes, porque sabemos que la muerte nunca te manda un telegrama para anunciarte tu último paso geográfico. Se le dejó morir en Paris. ¿Dónde quedaba el Perú?. Claro que Vallejo no tuvo la culpa: todos los dejamos allí, solo después de la batalla. Como le pasó al escritor que falleció en el exilio, Manuel Puig. Una mañana llegó el cable a una estación de radio argentina y la relatora dijo: nos acaba de llegar un cable que señala que ha muerto un escritor argentino y que se llamaba Manuel Puig. Lean abajo una entrevista al hermano de Puig (1).

¿Cuántos Vallejos abrá que estarán viviendo lo mismo?

Y lo que me molestó un poco, fue el reportaje Cucaracha Blues que escribió hace unas semanas la escritora colombiana Laura Restrepo sobre la fascinación que la tumba de Vallejo en Paris produce a los emigrantes latinoamericanos. No me gustó porque el editor del diario El País subtitula que es el único rincón donde los latinoamericanos no necesitan visa.

Pienso que es una falta de respeto a la dignidad de los seres humanos. A ese editor se le debe enviar a la escuela a recibir clases de Educación para la ciudadanía. En el fondo todos somos emigrantes y el ser humano no necesita visas para para moverse por el mundo. Las visas están en nuestras cabezas. Todo el reportaje trae un sinnúmero de adjetivos y calificaciones que denosta la dignidad de los emigrantes latinos en Francia. La Restrepo debe estar del otro lado de la cornisa. Lean abajo el susodicho reportaje y saquen sus conclusiones (2).

Para terminar, quisiera transcribir uno de los poemas de César Vallejo que hubiese querido recordar completamente en Espira, pero mi cerebro que padece los efectos del pre Alzheimer, me lo impidieron; pero no me impidió encontrar el libro en casa.

Fue domingo en las claras orejas de mi burro...

Fue domingo en las claras orejas de mi burro,
de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)
Mas hoy ya son las once en mi experiencia personal,
experiencia de un solo ojo, clavado en pleno pecho,
de una sola burrada, clavada en pleno pecho,
de una sola hecatombe, clavada en pleno pecho.

Tal de mi tierra veo los cerros retrasados,
ricos en burros, hijos de burros, padres hoy de vista,
que tornan ya pintados de creencias,
cerros horizontales de mis penas.

En su estatua, de espada,
Voltaire cruza su capa y mira el zócalo,
pero el sol me penetra y espanta de mis dientes incisivos
un número crecido de cuerpos inorgánicos.

Y entonces sueño en una piedra
verduzca, diecisiete,
peñasco numeral que he olvidado,
sonido de años en el rumor de aguja de mi brazo,
lluvia y sol en Europa, y ¡cómo toso! ¡cómo vivo!
¡cómo me duele el pelo al columbrar los siglos semanales!
Y cómo, por recodo, mi ciclo microbiano,
quiero decir mi trémulo, patriótico peinado.


(1) http://icarito.tercera.cl/medio/articulo/0,0,38039290_101111578_240410376,00.html

(2) http://www.elpais.com/articulo/narrativa/Cucaracha/blues/elpepuculbab/20080112elpbabnar_17/Tes/

viernes, 8 de febrero de 2008

DE MUERTE, SOL, PLAYAS Y LIBROS


Hoy ha amanecido soleado en Karlsruhe. Hace frío, pero la luz invernal que intensamente cae sobre las paredes de la casa vecina rebota sobre mi ventana a la manera de un espejo. Con esa luz los libros tumbados sobre la alfombra tienen un color más intenso. Parece que estoy en un playa de libros. Qué hermoso.

Anoche estuve revisando apuntes del filósofo Blaise Pascal ( los apuntes hallados son frutos de mi tarea de limpieza en mi escritorio) que hablaba del hombre como un complejo sistema de tuberías y codos que llevan el líquido de las contradicciones. Somos contradictorios, decía Pascal, porque somos grandiosos y miserables al mismo tiempo y que, normalmente, soslayamos, por miedo a pensar en nuestro yo y en nuestro futuro, el tema de la muerte.

Sin saberlo -porque anoche, como dije, revisaba esos pensamientos filósóficos pascalianos sobre el morir- el tema de la muerte ha vuelto hoy a mi escritorio de boca de la autora J.K.Rowling, la madre de Harry Potter, a través de una bellísima entrevista que le ha hecho el periodista Juan Cruz y que hoy ha salido publicado en el diario El País.

En la entrevista sale a relucir el tema de la muerte, porque de eso se trata dice Rowling, hablar de la muerte en Harry Potter de una manera natural. Harry tiene un entendimiento precoz con la muerte. Y ella ha tratado de reflejar sus experiancias con la muerte y las ha ido desgranando en sus historias hasta hacerlas vibrar a través de la piel de su personaje que llega a aceptar su propia muerte.

"A pesar que todos sabemos que vamos a morir, la muerte sigue siendo un misterio. Pensamos que la muerte es algo secreto que le ocurre a muy poca gente. Y de pronto alguien cercano se muere y entonces cae la bomba", comenta Rowling.

Lo mismo pensaba Pascal en el siglo XVII, y seguro que piensan así muchos filófosos y no muchas personas."¿Cuántas personas tienen la posibilidad de aceptar su muerte antes de morir?", se pregunta Rowling en la entrevista.

Hablaron de Francis Scott Fitzgerald, de Tolkien y de Gabo (Gabriel García Márquez), del cual espero con un estusiasmo infantil la puesta en escena el 21 de febrero de 2008 de la película "El amor en los tiempos del cólera", basada en su novela.

El año pasado, el diario El Tiempo de Bogotá, Colombia, publicó una lista de las cien mejores novelas en lengua castellana de los últimos 25 años y en el puesto número uno estaba "El amor en los tiempos del cólera".

Gracias Pascal, gracias Rowling, gracias Gabo y, sobre todo, gracias a Juan Cruz. Por haberme despertado con palabras en un día de luz germánico. Y a Borges, Bolaño y Vila Matas, cuyos libros siguen tendidos en las arenas de mis playas litetarias como hermosas sirenas tomando el sol.

jueves, 7 de febrero de 2008

DESPUÉS DE LA SIESTA QUEDÉ CON ALBERTI

Portada del libro Der verlorene Hain. Erinnerungen. Aus dem Spanischen von Joachim A. Frank. Bibliothek Suhrkamp. Alemania. 1997. (http://www.suhrkamp.de/)

Esta mañana seguía arrimado a mi escritorio contemplando el cerro de papeles que acicalan sus lomos. Parezco un tractor del Ministerio de Obras Públicas, ordenando y destruyendo papeles que no tienen validez. Me he encontrado con un sinnúmero de ensayos de todo tipo. Me daba cierta risa releer a Francis Fukuyama. Apenas unas letrillas que me levantaron las orejas de escéptico en aquel entonces cuando le leí la primera vez anunciando el fin de los conflictos universales y el inicio de una era nueva y única.

Me encontrado con retazos de periódicos como el ABC, El Mundo, La Vanguardia, La Voz de Galicia, La Opinión y El País de España. El Comercio y La República de Perú. La Nación de Costa Rica y Pagina 12 de Argentina. Y una interminable retahila de hojas impresas con trabajos sociológicos y filosóficos de autores que ni me acuerdo como se llaman. A uno si le pude releer un poquito: Alexandre Kojevc.

Qué barbaridad es enfrentarse al pesado trabajo de aniquilar papeles. ¡Pobres árboles, pobre naturaleza! Menos mal que aquí en Alemania se tiene la costumbre de reciclar el papel usado y luego hasta de utilizarlo como papel higiénico. A propósito de árboles, hoy he leído en la revista GEO, de febrero, que en Alemania sólo el 0,6 % de su territorio son Parques Nacionales. Me pongo a pensar ahora en la salvajada que le estamos haciendo a la Amazonía y a todas las zonas verdes del planeta.

Bueno, luego de remover un poco mi escritorio -la tarea todavía no está cumplida, pero me enaltece sobremanera haber empezado a arreglar ese rincón caótico de mi casa ahora que tengo todavía un par de días de vacaciones- quedé para la siesta con Rafael Alberti, mejor dicho encontré un librito de poesía de Alberti y me dije: te releeré después de la siesta.

Y eso es lo que acabo de hacer y el gran Alberti me decoró los ojos y las orejas con su rima musical a través del su libro "La amante" ( 1). He vuelto a revivir los momentos de agua y piedras en la playa La Puntilla de Puerto de Santa María, el lugar donde nació el poeta, donde leí un verano a Alberti acariciado por el viento del sur, el sol y las manos de una musa perdida en el tiempo. Con él volví a ser marinero, a pesar de su nostalgia y mi nostalgia que nos atrapan en una metrópoli y le seguimos preguntando a nuestros padres: "¿Por qué me trajiste a la ciudad?".

Bueno, aquí transcribo parte del poema -por respeto a los derechos de autor- que habla de la Andalucía que tanto admiro, pero que últimamente el cemento está destruyendo su linda cara en la Costa del Sol. "Verde que te quiere verde" diría ahora el granadino García Lorca si vería tanta costa de ladrillo.

Aquí el poema (2) de Alberti:

68

DESPEDIDA

¡Al sur
de donde soy yo,
donde nací yo,
no tú!

- ¡Adiós, mi buen andaluz!

(...)

- ¡Adiós, mi gloria del sur!

- ¡Mi amante, hermana y amiga!

(...)

(1) La Amante. Rafael Alberti. Biblioteca Alberti. Alianza Editorial. Madrid 2000. (www.alianzaeditorial.es)

(2) 68. Despedida. pg. 89. Ibid.

miércoles, 6 de febrero de 2008

UN OLVIDO SON MIL OLVIDOS

Jorge Luis Borges, el enorme, el monstruo, el único escritor que nos profetizó a través de sus letras el mundo del Internet dijo una vez que "los espejos y los espermatozoides son terribles porque multiplican a los hombres. En la foto, Arthur Carlos, que todavía no ha leído a Borges, y no sé si lo leerá, contemplando el mundo desde sus ojos marítimos en las instalaciones del Schlossgarten de la ciudad de Karlsruhe en el verano de 2007.

Anoche, cuando nuevamente ingresé a este mundo de los blogs, me olvidé -creo que por alegría- de transcribir lo que escribí hace un año cuando viví uno de los acontecimientos más extraordinarios que pueda vivir un ser viviente: la llegada de otro ser viviente.

Fue en la noche anterior del nacimiento de Arthur. Una noche mágica que se volvió aún más mágica cuando lo vi salir como una flor del interior de un cuerpo mágico. Los ojos, sus movimientos, los gestos, el llanto, su mirada fueron como si me hicieran atravesar los cinco océanos nuevamente. Fue para mí como abrir el firmamento con los dedos y besar los relámpagos y abrazar las tempestades. Eso hacía cuando era marinero. En algunas tardes-noches de lluvia me iba a la cubierta de mi barco y levantando los ojos al cielo bailaba sobre la lluvia. Tenía diecisiete años y estaba enamorado del océano Pacífico y del Atlántico.

Arthur llegó una mañana en que la nieve cayó en el sur de Alemania. A las cinco de la mañana -hora que me marché a dormir- vi las calles de Karlsruhe envueltas en algodón y todavía caían sobre mi cabeza los copitos que luego se resbalaban por mi cara.

Como decía, anoche me olvidé de transcribir este texto, que es como una loa a los advenedizos a este mundo. Arthur navegaba como mi barco en la panza de su madre y ella navegaba también como un nao en la bañera acondicionada para las madres en el parto acompañada de una música de ruiseñores y golondrinas que a mí me parecían los cantos de los delfines y las ballenas. Eso pasó hace un año y esto escribí: que sea todo por la vida y espero que él y todos los seres que hayan nacido después de él no toquen nunca un armamento.


CANCIONES PARA UN NIÑO ANTES DE VENIR AL MUNDO

para Arthur Carlos


Eres dolor,
agua de mujer,
respiración de mi corazón cerca de la medianoche.
Sobre tu luz escojo las fresas que te regalaré en el verano.
Escucho el sonido de tu corazón.
Tu corazón es una guitarra
y tu madre
un barquito atravesando el agua de la bañera de este hospital.

Beso tus ojos sin haber visto todavía tus ojos.
Siento tus manos sin haber besado las tuyas.

El sol.
Tú traes el sol.
Tú traes el sol y los libros de la mañana.

Ella (tu madre)
duerme ahora sobre el agua
mientras la miro y nos miran gaviotas volando alrededor nuestro.

Los ojos de tu madre son el universo
su respiración es el universo
y sus quejidos es el universo
y mi corazón
y mi corazón baila sobre las olas
solas de este dolor.

Amo tu mañana.
Amo tus mañanas.
Bienvenido al mundo mi corazón.
Bienvenido.

(Marienkrankenhaus/Karlsruhe/Alemania/22 enero 2007)

martes, 5 de febrero de 2008

OTRA VEZ EN LA CASA DE LA LITERATURA

Este es el libro por el que estoy loco por leer. Se titula "Vida y destino". ¿Alguien lo tiene? ¿Alguien ya lo leyó? ¿Alguien me lo manda?
Mi querido lector, lector desconocido, lector conocido, lector hipócrita, lector abrumado y lector perdido en los libros, estoy otra vez aquí para abrazarnos en medio del montón de lecturas que tengo en la cabecera de mi cama.

Como soy una persona que no ama los carnavales europeos (los encuentro fríos, aburridísimos, aunque no los de Tenerife ni de Cádiz) el carnaval que vivo ahora es con mis libros dejados a media lectura. La lista es grande y variopinta, y doy algunas pistas, y empezaré con los primeros hallados.

En estos días de vacaciones estuve revisando, arreglando, espectorando, ordenando mi escritorio y me encontré -hasta debajo de él- con libros que había empezado a leerlos pero que por algún motivo los dejé allí tirados como morsas en la arena de la playa.

Entre esos libros hay uno de Mario Vargas Llosa, el aburridísimo "Travesuras de una niña mala"; "La mestiza de Pizarro" de Alvaro Vargas Llosa; "La chica del trombón" de Antonio Skármeta; "La piel del tambor" de Arturo Pérez-Reverte y "La hora azul" de Alonso Cueto.

El que halla encontrado a estos libros abandonados bajo el castigo de la indiferencia no significa que sean malos, excepto "Travesuras..." que de ninguna manera se parece a "La guerra del fin del mundo". Este autor tiene colgado en el pecho el cartel:"hazte fama y échate a la cama". Todo lo que escriba, es sin duda, leído. Menos mal que no se parece a Paulo Coehlo, (aunque si sigue así, se le va a parecer) de quien guardo las mejores páginas con "El alquimista", empero "Zahir" y "Once minutos" no son ni para tocarlos.

"Once minutos" me fui obligado a leerlo para una conferencia, tan igual que "El paraíso en la otra esquina", creo que se titula o algo así -con dos personajes de bandera- y que luego de las susodichas conferencias me desligué de ellas como corrido por una alergia.

Bueno lector compinche y alcahuete, voy a seguir limpiando y sacándole las pulgas a mi escritorio. Ya vuelvo. Ya he vuelto y ya me estoy yendo. Y no te olvides de enviarme el libro "Vida y Destino" de Vasili Grossman. Te lo agradeceré mucho. Estoy cansado de leer a veces tanta p o r q u e r í a.