Yo soy muy lento para leer. Aparte de la no poca cantidad de libros que me llegan y que se van acumulando sobre los escritorios o se va pierdiendo debajo de las camas, tengo la mala costumbre de leer lentamente, y, además, leer varios libros a la vez.
Lo que más me falta es tiempo. A esa escazes, si le restaría mis actividades laborales, mis obligaciones de padre y mis aficiones de tantas cosas, creo que ni con eso podría terminar en vida todos los libros que pienso leer.
En una librería de Valencia me toqué con un voluminoso libro que recogía los títulos y un pequeña sinopsis de los más de mil libros que todo buen lector debería de leer.
En la contratapa había una frase del escritor Eduardo Mendoza que decía más o menos así: „Si me dijeran que me vaya una isla y me lleve un solo libro, mejor llevaría más de uno y naufragaría“
Sin estar en una isla, a veces me siento como un náufrago entre tanta oferta de lecturas, no sólo de ficción sino de ensayos, de biografías, de estudios cinetificos, etc.
Tomando en cuenta el libro que hallé en Valencia -y no compré- con los más de mil títulos que cada persona debería leer, me pongo a sacar cuentas y me sale de la chistera que, más o menos, debería de leer cuatro libros al mes de esa lista durante más 2o años; sin sumar por supuesto los libros que vendrán y los que no están en esa obra y los que por „a“ o „b“ motivos te lo recomiendan o regalan, o tú mismo lo descubres
En valencia me topé con el libro „El viaje a la felicidad. Las nuevas claves científicas“ de Eduardo Punset. De Punset ya había conocido sus reportajes científicos por Televisión Española, así que encontrar su libro me despertó la curiosidad. Y lo compré.
Ya que hablo de los más de mil libros que debemos leer, voy aplicar la teoría denominada „separar lo esencial de lo importante“, título del capítulo que se lee en la página 232 de „El viaje a la felicidad“. En él se recomienda echar por la borda el pensamiento aristotélico y dejarse levar más por las emociónes.
Así que voy a leer lo que quiera, y cuando quiera, y donde quiera.
El libro de Punset es genial. Termina con una forma matemática de la felicidad que es mejor aplicarla a contemplarla. No vaya a ser como la fórmula de la relatividad de Albert Einstein, que cuando salió a la luz, sólo él lo entendía.
La fórmula de la felicidad de Punset es así:
Felicidad = E ( M + B + P )
R + C
No la descodifico, porque no se vaya a enfadar Eduardo Punset, y, le vuelvo infeliz por sacar a la palestra sus claves científicas de la felicidad.
Para leer más sobre Punset ir a su página:
Blog de Eduard Punset » Blog Archive » Las raíces de la infelicidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario