Esta semana acaba el mal que afiebra a mucha gente en Europa: el fútbol; asunto que ha costado que pierda algunas horas de clases y que (gane) goce viendo el rostro de la gente y el paroxismo que produce este deporte en las masas, y, pensando –además- en el escándalo en que se ha convertido el superventas de Alemania: „Feuchgebiet“ de Charlotte Roche; pero, sobre todo (la parálisis del fútbol), me ha sumergido en las lecturas de dos libros: „2666“ de Roberto Bolaño y „Vida y destino“ de Vasili Grossman.
El primero es una delicia, porque lo leo y lo releo. En la relectura está el gusto y cuando lo leo, lo curioso es que recuerdo los lugares donde leí tal o cual página: una puesta de sol en Coimbra, una tarde de lluvia en Lisboa, una sombra de árboles en Santarem o la orilla de un río en Oleiros, todo en Portugal. Y no aparece el bendito escritor alemán que persiguen sus alocados admiradores en la novela.
La clave no es ésta, sino los personajes locos que lo persiguen por Europa y Latinoamérica: ¿Dónde te has metido von Archimboldi del demonio?
Pelletier + Morini + Espinoza + Norton = von Archimboldi
El segundo, es también una delicia, pero, triste como una patada bajo la garua de Lima. Nunca me había imaginado un campo de concentración nazi con tanta gente que filosofa de sus vidas y sobre la vida de otros. Los relatos son un campo de espinas que página a página relucen de párrafos hermosos:
„La desgracia era que muchas cosas de su propia alma se le habían vuelto extrañas. En tiempo de paz se había alegrado encontrar a un viejo amigo, sólo para comprender al despedirse que no eran sino dos extraños“
„El día que nevó las conversaciones nocturnas entre los prisioneros rusos fueron particularmente tristes“
Mostovskói + Sídorovich + Petrovna + Ósipovna + Ikónnikov + Chernetsov + es la suma de los personajes que van saliendo como pólvora de la brillante novela de Vasili Grossman.
Entre pausa y pausa de estas lecturas he leído la, sabe Dios cómo denominarlo: una lista de los escritores que más libros venden en el mundo. No sé a qué canones se aferran los lectores, pero como esto de las ventas es como una tómbola, necesariamente el libro que más vende no es el de mayor calidad. El mercado impone sus reglas. Sino pues váyanse ahora a la librería más cercana de sus casa y confirmen lo que les digo. La última vez que me metí a buscar literatura en unos grandes almacenes en la ciudad española de Valencia me quedé asombrado por la cantidad de adjetivos que leía a diestra y siniestra en las tapas de los libros:
„El mejor libro del año...“. „Hace tiempo que la literatura no contaba con una pluma como ésta...“. „El libro más vendido en Francia...“. „El superventas de Estados Unidos...“. „La mejor pluma de América Latina después de ...“, etc. He salido turulato, embobado, taciturno, más porque, es increíble ,que en estos tiempos en que todos se quejan que la calidad de la literatura está por debajo de la mediocridad, aparezcan libros célebres cada semana.
Creo que „Vida y destino“ fue una gran decisión al comprarlo. Y „2666“ es sencillamente un gran libro.
Pero en esto de las listas de los libros más vendidos a veces hay mala leche. En Alemania el libro “Ich bin dann mal weg” (Me marcho) de Hape Kerkeling se vende como pan caliente desde hace 109 semanas, que son las que está en el ranking de los más vendidos. Mejor dicho se regala como Brezel (que es un panecillo típico alemán). Alguien me contó que hacer ahora el Camino de Santiago es como caminar por una calle de Berlín. ¿Será cierto? Y todo gracias al bendito libro del señor Herkeling.
En España deja con la boca abierta a los críticos el número de ventas del libro „El juego del ángel“, de Carlos Ruiz Zafón. Yo no lo voy a comprar, sino voy a pedirlo prestado. Porque estos libros de temporada no dejan más huella que la factura que recibiste en la librería, con el perdón de Carlos Ruiz Zafón, porque,como ya conté una vez, "La sombra del viento" en alemán la regalé más de 10 veces, y mi economía no va a más.
A continuación les apunto la lista de los 50 libros más vendidos de las útlimas semanas en Alemania. El libro de idelfonso falcones, „La catedral del mar“ es el único autor de habla hispana que se halla en la lista:
http://www.buchreport.de/index.php?id=33
¿Y Bolaño? ¿será difícil empresa digerir en alemán a este autor rico en fabulaciones?
¿Y Vasili Grossman?: El tema es candente y seguro que remover la arena de los campos de concentración no es fácil mercado para un libro como „Vida y destino“ en Alemania, a pesar que „Die Wohlgessinten“ de Jonathan Littell, que habla de la felonía nazi está en la lista desde hace 16 semanas y cuesta 36 euros.
Lo más curioso es que la lista de los libros más vendidos en Alemania la encabeza una autora de 30 calendarios que hace hablar en su libro a una chica de 18 abriles, Charlotte Roche, quien con su libro „Feuchgebiete“ (Zonas húmedas) ha despertado una curiosidad inmensa en los lectores y ha abierto las puertas del escándalo, porque su literatura rinde pleitesía a la humedad corporal, a los bellos de los sobacos, al sudor del cuerpo femenino, al tocamiento de los labios vaginales y del esperma con los dedos, a las técnicas de la masturbación, todo un florido y trabajado catálogo de un estilo de vida. El libro, que salió publicado en marzo de este año lleva vendido más de 700 mil ejemplares.
Me supongo que para vender hay que hacer escándalo, y, para hacer escándalo, hay que vender.
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