viernes, 13 de junio de 2008

FERNANDO PESSOA: HOY SE CONMEMORA LOS 120 AÑOS DE SU NACIMIENTO

Portada del libro "Das Buch der Unruhe" de Fernando Pessoa. Pessoa en alemán también tiene sua adeptos.
Hoy se cumplen 120 años del nacimiento de uno de los más grandes escritores en lengua portuguesa: Fernando Pessoa.

Aparte de sus versos y su prosa exquisita, sencilla a veces, pero de un lirismo que te deja pasmado; su vida es rica en anécdotas. Dicen que algunas veces no acudía a las citas confirmadas con anticipación y que dejaba recados diciendo que los astros le habían aconsejado no estar presente en esta u otra reunión. Otras veces, se presentaba a algún convite excusando a Pessoa y presentándose como Cuneiro, que era él mismo.

Pessoa jugaba con sus yos interiores. ¿Empezó ese jugueteo frente a los espejos para multiplicar su sombra cuando murió su padre?. Su progenitor falleció cuando él contaba con cinco años. Vio a su madre triste y desamparada. Sintió el golpe fatal que deja la pérdida del padre: una mamá acongojada y una economía familiar que empezó a hacer agua por todos lados.

Los poetas dicen que la infancia es la patria de los hombres, Fernando Pessoa, que se reía de todos y de si mismo, que jugaba con las contradicciones, escribió que el idioma portugués era su patria. A pesar que vivía también en un mundo en el que el inglés ocupaba parte su vida y de su creación literaria. Empero el portugués lo era todo.

Creo que Pessoa nunca se tomó en serio su labor literaria, como lo suelen hacer otros escritores que creen estár haciendo una obra imperecedera, que pujan por estar arriba, muy arriba en el mundo de las letras, y que, a muchos, ni se les recordará en los próximos 200 años. A Pessoa le daba igual. El escribía como un río fluyendo sin respetar ni su propia imagen. Se reía de todos. Escribía críticas a sus obras en los diarios firmando con otro nombre. Él era muchos, las debe de haber pasado fenomenal. Riéndose de sus críticas literarias y de la gente que las leía.

Un genio. Sólo los genios tienen la capacidad de respetar a la naturaleza, a la gente, pero reírse a la vez de la masa sin ser juzgado, sin ser descubierto. Pessoa gustó de la tranquilidad, y, como observador de las cosas banales de la vida, comprendió que en esas cosas estaba la gracia divina de la existencia.

Hoy lo recordamos, siempre lo recordaremos. Para eso les dejo un poema suyo, no sé si de Alvaro de Campos, Ricardo Reis, Alberto Caeiro, qué se yo, era Fernando Pessoa multiplicado por su magia y gracia:


TODO, MENOS EL TEDIO, ME DA TEDIO...

Todo menos el tedio me da tedio.
Quiero sin tener sosiego sosegar.
Tomar la vida todos los días
Como un remedio,
De esos remedios que hay para tomar.
Tanto aspiré, tanto soñé que tanto
De tantos tantos me hizo nada en mí
Mis manos quedaron frías
Sólo de aguardar el encanto
De aquel amor que las calentara al fin.
Frías, vacías, así.

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