miércoles, 6 de febrero de 2008

UN OLVIDO SON MIL OLVIDOS

Jorge Luis Borges, el enorme, el monstruo, el único escritor que nos profetizó a través de sus letras el mundo del Internet dijo una vez que "los espejos y los espermatozoides son terribles porque multiplican a los hombres. En la foto, Arthur Carlos, que todavía no ha leído a Borges, y no sé si lo leerá, contemplando el mundo desde sus ojos marítimos en las instalaciones del Schlossgarten de la ciudad de Karlsruhe en el verano de 2007.

Anoche, cuando nuevamente ingresé a este mundo de los blogs, me olvidé -creo que por alegría- de transcribir lo que escribí hace un año cuando viví uno de los acontecimientos más extraordinarios que pueda vivir un ser viviente: la llegada de otro ser viviente.

Fue en la noche anterior del nacimiento de Arthur. Una noche mágica que se volvió aún más mágica cuando lo vi salir como una flor del interior de un cuerpo mágico. Los ojos, sus movimientos, los gestos, el llanto, su mirada fueron como si me hicieran atravesar los cinco océanos nuevamente. Fue para mí como abrir el firmamento con los dedos y besar los relámpagos y abrazar las tempestades. Eso hacía cuando era marinero. En algunas tardes-noches de lluvia me iba a la cubierta de mi barco y levantando los ojos al cielo bailaba sobre la lluvia. Tenía diecisiete años y estaba enamorado del océano Pacífico y del Atlántico.

Arthur llegó una mañana en que la nieve cayó en el sur de Alemania. A las cinco de la mañana -hora que me marché a dormir- vi las calles de Karlsruhe envueltas en algodón y todavía caían sobre mi cabeza los copitos que luego se resbalaban por mi cara.

Como decía, anoche me olvidé de transcribir este texto, que es como una loa a los advenedizos a este mundo. Arthur navegaba como mi barco en la panza de su madre y ella navegaba también como un nao en la bañera acondicionada para las madres en el parto acompañada de una música de ruiseñores y golondrinas que a mí me parecían los cantos de los delfines y las ballenas. Eso pasó hace un año y esto escribí: que sea todo por la vida y espero que él y todos los seres que hayan nacido después de él no toquen nunca un armamento.


CANCIONES PARA UN NIÑO ANTES DE VENIR AL MUNDO

para Arthur Carlos


Eres dolor,
agua de mujer,
respiración de mi corazón cerca de la medianoche.
Sobre tu luz escojo las fresas que te regalaré en el verano.
Escucho el sonido de tu corazón.
Tu corazón es una guitarra
y tu madre
un barquito atravesando el agua de la bañera de este hospital.

Beso tus ojos sin haber visto todavía tus ojos.
Siento tus manos sin haber besado las tuyas.

El sol.
Tú traes el sol.
Tú traes el sol y los libros de la mañana.

Ella (tu madre)
duerme ahora sobre el agua
mientras la miro y nos miran gaviotas volando alrededor nuestro.

Los ojos de tu madre son el universo
su respiración es el universo
y sus quejidos es el universo
y mi corazón
y mi corazón baila sobre las olas
solas de este dolor.

Amo tu mañana.
Amo tus mañanas.
Bienvenido al mundo mi corazón.
Bienvenido.

(Marienkrankenhaus/Karlsruhe/Alemania/22 enero 2007)

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