Leo tres informaciones interesantes sobre el tema que nos fascina: la literatura. La primera, una entrevista al escritor Enrique Vila Matas que le ha hecho el inquieto y dinámico blogero Victor Coral (1). En él, Vila Matas nombra los libros que le han interesado en los últimos tiempos. La segunda información es sobre el libro que lee y adora el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y, la tercera, algo más inactual, informa sobre los gustos literarios en el verano pasado del presidente español, Rodríguez Zapatero.
Enrique Vila Matas es sin duda uno de los escritores más singulares e importantes en lengua castellana. Su imagen y su poder con la palabra se está consolidando con el tiempo. Lo he descubierto muy tarde. Pero esa tardanza –a raíz de mi ignorancia- me ha llevado irremediablemente a buscar desesperadamente sus obras. Este gran maestro del lenguaje está todavía joven, así que nos restrejamos las manos –y los ojos- con alegría, esperano que más libros salgan de su pluma.
Coral en la entrevista le pregunta sobre los libros que le han interesado en los últimos tiempos. El escritor Enrique Vila-Matas, responde:
Me limitaré a nombrarte algunos libros que últimamente me han interesado:
Contra la Censura (J.M. Coetzee), Breve historia de la paradoja (Roy Sorensen), París suite: 1940 (José Carlos Llop), Una súplica para Eros (Siri Hustvedt) La máquina de Joseph Walser (Gonçalo M.Tavares), Hipotermia (Álvaro Enrigue), El mundo no se acaba (Charles Simic), La angustia de la primera frase (Bernard Quiriny), Si te comes un limón sin hacer muecas (Sergi Pàmies).
Por otro lado, una curiosa información que leí el lunes 1 de octubre de 2007, tras las elecciones ocurridas en Ecuador, fue que al presidente ecuatoriano le encanta la obra indigenista Huasipungo, de Jorge Icasa. Dice que esta obra forma parte de la lista de sus libros preferidos.
El libro trata la historia de las atrocidades que se cometen con los indios de los huiasipungos, en la zona selvática de Ecuador, donde un consorcio maderero estadounidense ha puesto sus ojos. Ésta, cuenta con la ayuda del terrateniente quiteño Alfonso Pereira, quien se une a una jauria de hacendados, quienes contra viento y marea, tratan de arrebatar y desalojar a los indígenas de sus tierras con el fin que los inversores extranjeros puedan desarrollar sus actividades.
Huasipungo es la gran obra de la literatura ecuatoriana por antonomasia. Si a alguien le interesa lo que ha publicado la Universidad del Azuay de Ecuador sobre Huasipungo, pues hacer click en el apartado número dos a pie de página (2).
Por último, la entrevista que leí, la última vez que estuve en Madrid, del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. En esa entrevista, el mandatario español contó que leía con algarabía en el pasado verano a Manuel Longares, autor de Romanticismo, Albert Sánchez Piñol (La piel fría), Mijaíl Bulgákov (El maestro y Margarita. Y al autor israelí Amos Oz y, a Antonio Gamoneda, uno de sus poetas preferidos. A quien relee, decía, porque Rodríguez Zapatero es muy borgiano y se lleva por lo que decía Borges: que hay que releer mucho y leer menos.
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