martes, 21 de octubre de 2025

Los refulgentes escritores latinoamericanos de Fráncfort 2025

 


Los refulgentes escritores latinoamericanos de Fráncfort

 


"En el Perú
las puertas 
son tan angostas,
que nunca pueden
pasar dos alegrías
al mismo tiempo"
 
César Calvo
 
 
"¿Ha dejado de ser emocionante leer y escribir?"
 
Alvaro Pombo
Título de su lección inaugural del curso académico 2025-2026
de la RAE (23 de octubre de 2025)
 
 
por Jose Carlos Contreras Azaña
 
He vuelto de la feria del libro más grande del mundo, Fráncfort, con todos los sentimientos encontrados y he vivido en esa ciudad, cuna de ese genio alemán inolvidable de nombres y apellidos Johann Wolfgang Goethe, desde 1782 von Goethe, unos días maravillosos inundado de metáforas y papel, mientras me retumbaba en las orejas esa pregunta capciosa e irrreverente ¿por qué vale la pena leer?
 
Eso le hubiera preguntado a Goethe, si viviera; él que leía por doquier, cuya curiosidad le llevaba a recorrer los vericuetos de la geología, filosofía, botánica, la crítica de arte, pero sobre todo era poeta, un gran poeta que también amaba la naturaleza, y, por supuesto, a Fráncfort. 
 
Goethe no dejó de escribir poesía hasta su muerte. Y mientras he recorrido Fráncfort por las noches lo he visto esconderse tras de mí con curiosidad, lo he visto perseguirme, y perseguirnos a un grupo de escritores latinoamericanos, y una italiana, por las salas de la explanada de la feria o las callejuelas del casco viejo, por donde nos perdíamos a comer manjares regionales o a celebrar con cerveza alemana, tratando de preguntarnos otra vez esa pregunta vanidosa ¿por qué vale la pena leer?.
 
Borges decía que "la lectura es una de las formas de la felicidad, y uno no le puede imponer a nadie la felicidad". Fráncfort, Frankfurt en alemán, me ha regalado en estos días la dicha de conocer a muchas personas ligada a los libros, a la cultura, a las ediciones, a las ferias de libro de otras latitudes, a lectores simpáticos que me solicitaban que les firmara mis libros; he conocido hasta editores hindúes, que me llamaron la atención por sus artes culturales frente a tres autores latinoamericanos y he vivido la alegría de Filipinas, la invitada de honor  de la feria y anfitrión en su pabellón, cuyos ciudadanos nos hicieron compartir instantes donde confirmamos que las fronteras no existen cuando las mujeres y los hombres se abrazan alrededor de los libros y se vuelven a hacer la misma pregunta ¿por qué vale la pena leer?.
 
Deseo ser breve y hablar principalmente del Frankfurt que he visto acicalado de un grupo maravilloso de escritoras y escritores, poetas latinoamericanos, y quizá  la subjetividad de mis valores me haga cautivo de los recuerdos que hacen de las sombras más bien las luces de una ciudad recorrida en la que ya son parte de mis cartografías de viaje. Quiero recordar los versos del poeta colombiano Orlando Daza Saavedra, que no solo escribe sobre papel sino inclusive envía sus poemas a través del whatsapp, esa nueva forma de hacer poesía en los tiempos del algoritmo infinito. Recordar al escritor cubano Oliet Rodríguez Moreno, el que hace que su personaje Idelfonso Merlo abra los ojos al mundo el día en que por primera vez se iza la bandera cubana en El Morro. A la poeta italiana Annelisa Addolorato Bertuzzi, que nos regaló su energía heredada de Dante Aligheri, con quien dialogué sobre Fernando Pessoa y Platón en el pabellón de Portugal. A la editora, periodista y poeta "de las Diosas y las serpientes" Sonia García García, con quien compartí charlas, proyectos y bebidas en la sala de prensa de la feria y me dejó marcado en la piel con sus poemas que sacan el rostro por las ventanas de la condición humana. A la autora cubana Marianela Peña Lora, que elevó a la luz el tema que más domina: las migraciones y dejó en claro que la memoria histórica de la migración está siendo escrita en España por algunos autores latinoamericanos. Al autor salvadoreño Josué Flores, que nos regaló su historia de vida en su país rodeado de un anecdotario lleno de duelo migratorio. De la poeta Aida Jiménez que nos habló de su libro y de sus sueños, de su yo poético en plena ebullición. Del escritor chileno Juan Rojas-Vásquez que me ha dejado conmovido con la historia de su familia desaparecida. Menciono también a las autoras Ancel Capel de Cataluña y María E. Téllez de Bolivia, la primera visibilizando la historia de una caminonera y la segunda la crónica de la diáspora. Y, por supuesto, yo, Jose Carlos Contreras Azaña, presentando libros que barruntan el miedo a la escasez del agua concatenados al amor y avisando con grito de metáforas la amenaza silenciosa: el consumo exagerado del plástico en nuestro planeta.
 
Frankfurt es siempre un descubrimiento, en este caso el descubrimiento de estos escritores, que al igual que existen personas que coleccionan sellos, cuadros, vasos, recuerdos para pegarlos en la nevera, a ellos les gusta coleccionar palabras, frases, metáforas, gerundidos, historias, versos, argumentos y plasmarlos en sus libros o en el silencio.
 
Viajar me ha enseñado mucho. Las ferias de libro, también. Así he logrado descubrir escritores, como a los autores latinoamericanos que he mencionado arriba; de esa manerá descubrí al poeta Novalis cuando ya estaba afincado en Alemania, en América nunca nadie me lo había mencionado. Lo mismo debe suceder con algunos amantes alemanes de la poesía hecha en América en los siglos pasados, como por ejemplo, como me ha pasado a mí en el caso de Novalis, que nadie les haya mencionado el nombre de María de Rojas y Garay ( más conocida como Amarilis, que vivió en el siglo XVI, en tiempos de la Colonia, en lo que hoy se llama Perú).
 
Es funesto que el tiempo tape con las cortinas del olvido la lírica de muchos creadores, sobre todo de los creadores cuyas distancias gográficas donde se movieron se confabulan en la misma tarea: el olvido; sin embargo, para contrarrestar ese destino estamos los lectores, dispuestos a desenterrar la belleza del fondo de las catacumbas, sea cual sea el estilo y la forma, los que para muchos quizá no guste, pero eso es otro tema, ya que, que no se nos olvide, que poesía es poesía, y punto. Y que por donde un camine una escritora o un escritor latinoamericano sus huellas sobre el camino serán la respuesta a esa pregunta melindrosa: ¿por qué vale la pena leer?.


Feria del Libro de Frankfurt, Alemania, 18 de octubre de 2025

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