A la izquierda, la portada del último libro traducido al alemán del escritor español Rafael Chirbes, que ha sido abordado esta semana por el influyente diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Al lado, portada del libro "Mein Leben" (Mi vida), que recoge la biografía del gurú de la crítica literaria alemana, Marcel Reich-Ranicki, que acaba de cumplir los 90 años de edad, y que sigue en la brega.
„Pienso que el libro es una de las posibilidades de felicidad que tenemos los hombres“
Jorge Luis Borges
"La memoria sólo intenta salvar el pasado para servir al presente y al futuro.
Esforcémonos en que la memoria colectiva sirva para la liberación y no para la esclavitud de los hombres“
Jacques Le Goff
Por Jose Contreras Azaña
¿Qué tienen en común Marcel Reich-Ranicki y Rafael Chirbes?, pues que ambos han sido noticia en el influyente diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Reich-Ranicki sigue siendo el gurú de la crítica, en ese sentido se han escrito sendas páginas por sus 90 cumpleaños, y, por supuesto, por su incansable trabajo literario al frente de este periódico; por otro lado, a Rafael Chirbes, el escritor español cuyo reconocimiento es notable en los círculos literarios alemanes, y que - sin duda alguna- es uno de los mejores escritores en lengua española, se le ha dedicado un reportaje sobre su última novela traducida al alemán „Crematorio“.
Por Reich-Ranicki sería capaz de hacer volar las campanas al cielo. Es un tipo genial que no tiene pelos en la lengua y sus críticas literarias pueden a veces despertar cierta antipatía, pero los fundamentos que utiliza para hacerlo es el espejo de los ingentes libros que ha leído en su vida. Cuando hacía el programa televisivo sobre literatura „Das literarische Quartett“, Reich-Ranicki abordó algunos libros de Chirbes, a los que calificó de extraordinarios. Y eso que los había leído traducidos al alemán, porque leer a Chirbes en castellano, es un ejercicio de excelsa belleza y pujante trabajo.
A Reich-Ranicki le rinden un homenaje hoy domingo 6 de junio de 2010 en el Paulus Kirche de Frankfurt. Este crítico literario sufrió en carne propia el horror nazi por su origen judío, y sobrevivió al gheto de Varsovia. Mucho antes, cuentan sus biógrafos, Reich-Ranicki, sacó como nota „gut“ (bien) en la asignatura „alemán“, cuando terminaba la secundaria. En estos días sus detractores siguen diciendo que se ha imflado o sobrevalorado su calidad de crítico literario, pero sea como sea, Reich-Ranicki, que ha leído tantos libros como pocos en Alemania y sobre todo los has desmenuzado y comprendido, es capaz, con sus juicios, de elevar a las estrellas el libro de un autor o enviarlo a las catacumbas, porque este hombre de 90 calendarios (los cumplió el miércoles 2 de junio) sigue siendo el gurú de la literatura a pesar que a muchos no les caiga bien. A mí este caballero me cae estupendamente, mucho más, desde que le pusiera en su sitio a la imbecilidad de la programación de la televisión en general (destacando algunas cosas de la tele) durante un acto de premiación de la TV alemana en 2008, premio que no aceptó. El infatigable Marcel Reich–Ranicki practica la crítica con mucho fundamento, temperamento y profundidad. Y sobre todo tiene un gran amor por la literatura alemana y un gran respeto a los clásicos como Goethe, Schiller, Kleist o Torquato Tasso.
Por otro lado, a Chirbes lo que es de Chirbes. La literatura chirbeana tiene muchos kilates. Y cuidado, si usted, estimado lector, nunca lo ha leído, le aconsejaría comenzar con uno de sus libros, que no es el primero: „La buena letra“, por la que me saco el sombrero. Rafael Chirbes viene narrando como ningún otro autor de la tierra de don Quijote el fenómeno del olvido español en la que cayeron las generaciones posfranquistas. Chirbes, aparte de tener una escritura que atrapa como una telaraña (en alemán también) me hace recordar a un topo porque sigue metiendo la nariz en el subsuelo de la historia española que se pretende olvidar y enterrar, y antepone a las nuevas generaciones el uso obligatorio del „purgante de la memoria“. Pero ojo, mucho ojito, Chirbes le revivirá a muchos autores por su extraordinaria manera de escribir y sobre todo por su trascendencia histórica (1).
Para terminar les cuento una hermosa anécdota, que relata esta semana Volker Weidermann en el Frankfurter Allgemeine Zeitung sobre Reich-Ranicki (aparte de una lección extraordinaria sobre Friedrich Schlegel que dio en el aula de la universidad de Heidelberg ante más de mil alumnos). Sucede que en 2002 a Reich-Ranicki se le esperaba para condecorarlo con el Premio Goethe en Frankfurt. Delante del local donde se realizaría la ceremonia se apostaban un inmenso número de estudiantes que protestaban con pifias y gritos en contra de la recortes presupuestarios que iban a sufrir las universidades, ya que en la ceremonia se encontraban muchos políticos. Entonces se estacionó un coche frente al local y de él descendió Marcel Reich-Ranicki. En ese momento los alumnos se quedaron callados, en silencio, lo reconocieron y empezaron a aplaudir, luego aplaudieron más fuerte, y más fuerte y más fuertísimo y mucho más, mientras él alzaba la manos en agradecimiento (2).
Eso es Marcel Reich-Ranicki, capaz de haber sido uno de los primeros en lengua alemana de haber sopesado la importancia de la obra de Chirbes. Chirbes tiene 61 años, Reich-Ranicki 90. ¡Larga y saludable vida para ambos!.
(1) Frankfurter Allgemeine Zeitung. 30.05.2010. Paul Ingendaay conversa con Rafael Chirbes. Dreißig Millionen Russen am Strand
(2) Frankfurter Allgemeine Zeitung. Volker Weidermann. 03.06.2010.
Das große Glück, dass es ihn gibt
Frankfurter Allgemeine Zeitung. Frank Schirrmacher. Junio 2010.
Ich war eine ungewöhnliche, keine alltägliche Figur
Frankfurter Allgemeine Zeitung / 06 junio 2010. Discurso del moderador de televisión Thomas Gottschalk en homenaje a Reich-Ranicki
Diese funkensprühende Begeisterung für Literatur
1 comentario:
Magnífico homenaje a este titán de la crítica alemana. También yo comparto una mesurada devoción por Reich-Ranicki, cuyo ensayo "Los abogados de la literatura" lo acredita como autor de hiperrefinada sensibilidad literaria. Saludos y gracias.
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