miércoles, 4 de agosto de 2010

SOBRE „DIETARIO VOLUBLE“ DE ENRIQUE VILA-MATAS, TALES DE MILETO Y LA PEREZA


A la izquierda, la carátula del libro „Dietario voluble“ de Enrique Vila-Matas. Editorial Anagrama http://www.anargrama-ed.es/ . A la derecha, el segundo teorema de Tales de Mileto. Fuente: http://symploke.trujaman.org/


„Lo más sabio es el tiempo, porque esclarece todo“


Tales de Mileto



„Cuando la pereza te hace infeliz, tiene el mismo valor que el trabajo“ leo en la página 80 del libro „Dietario voluble, un jugoso cuaderno de notas de Enrique Vila-Matas que encanta. Voy atravesando el ecuador del referido libro y a estas alturas, cuando me veo al espejo y me digo que desde el lunes gozo de vacaciones no dejo de cavilar con estas palabras talladas a rajatabla venidas al recuerdo del escritor nacido en Barcelona y que fuera provocado por el recuerdo de Oblómov en la frase de Jules Renard: „Cuando la pereza te hace infeliz, tiene el mismo valor que el trabajo“.


Dietario voluble me lo trajo de Málaga mi estimada Marta Maria, tras su visita a una escuela de idioma español para extranjeros. Espero que Marta, que procede de la tierra de Herta Müller, la premio Nobel de Literatura 2009, pronto tenga la oportunidad de leer tan alta literatura como produce Enrique Vila-Matas. El libro tiene en la portada una foto muy curiosa: reconozco la espalda del escritor, quien enfundado en una camisa oscura introduce cuatro dedos de su mano derecha en la parte superior trasera de sus pantalones, topando finamente su correa de cuero. La otra mano no se ve. Pero la foto impresiona porque me da la sensación que el escritor quiere sostener sus pantalones o quizá sea la manía física de apoyarse en algo mientras piensa en sus adentros.


Estos cuadernos de notas se pueden leer pausadamente, porque cada texto cambia de espacio y de tiempo, y el lector se pierde placenteramente a través de recuerdos, experiencias cotidianas, recuerdos de lecturas pasadas, sorpresas del día a día que el escritor vive. Sus opiniones seducen y te invitan a cavilar. Como ejemplos un par de líneas: „...es bien sabido que una minoría selecta hay una mayoría de imbéciles“( página 51). „Y es que ningún escritor es bueno hasta que aprende a corregir“ (página 52). „Si vas en taxi al aeropuerto, corres el peligro de que el conductor te machaque con cualquier emisora de radio fascista de esas que te insultan personalmente“ (página 156).


A mí me encantan estos cuadernos divididos en capítulos desde el 2005 hasta el 2008, sobre todo me ha hecho reír esa historia que cuenta cuando al escritor se le bloqueó el ordenador a tres horas de presentar unos textos a la imprenta, y aquel en donde aborda la obsesión que tiene el escritor por el incio de una novela y en la que además toca los más impresionantes inicios de novelas, ratificando lo que también siempre he sentido: el comienzo de la novela de Albert Camus, „El extranjero“ (aunque Vila-Matas diga que le había impresionado cuando era un infante) y, el cual no sé por qué me recuerda a las primeras páginas del capítulo „La Parte de Fate“, del libro 2666 de Roberto Bolaño. En ese mismo texto, Vila-Matas, habla igualmente del inicio grandioso de la novela Los Detectives salvajes; de Rayuela de Julio Cortazar y del Ulises de James Joyce.


Y ahora que han comenzado mis vacaciones de verano, las cuales me llevarán, entre otras latitudes interiores o exteriores, a volver a unos de los lugares más hermosos de Andalucía, Cádiz, la ciudad más antigua de Europa, en donde tengo previsto adentrarme una vez más al Parque Nacional de Doñana, a volver a tomar un buen Jerez desde la tierra del Jerez, en Jerez de la Frontera, y a recordar mis amores pasados recorriendo Puerto de Santa María, la ruta del toro, San Lucar de Barrameda, Tarifa y, quizá ,Conil de la Frontera. Y después de España y continuando mi periplo -de no hacer nada y olvidarme de „cuando la pereza te hace infeliz, tiene el mismo valor que el trabajo“- me iré a recorrer los santuarios que recorría el primer filósofo de la historia Tales de Mileto, considerado el iniciador de la indagación racional sobre el universo, allá por los montes de Turquía. Me escaparé por allí, con mi mochila, mi bolígrafo, mi libreta de apuntes y con las enormes ganas de tapar el sol con un dedo. Va por ustedes.

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