lunes, 10 de marzo de 2014

EL PENÚLTIMO POETA MALDITO: LEOPOLDO MARÍA PANERO



 Abajo, la portada de "Poesía completa" (2000 - 2010) del poeta español Leopoldo María Panero. Colección Visor de Poesía www.visor-libros.com  Arriba un dibujo en su memoria.




En la arena
yace un muerto
es lo mismo
yacer entre palabras.

Leopoldo María Panero
(Madrid, 16 de junio de 1948 -
Las Palmas de Gran Canaria, 
5 de marzo de 2014)


por Jose Carlos Contreras

La palabra maldito viene del latín maledictus y el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española presenta un sinnúmero de significados de este adjetivo que de no utilizarlo bien nos podría causar dolores de cabeza. Algunos de esos significados de maldito son: 

a) Perverso, de mala intención y dañadas costumbres. 
b) Condenado y castigado por la justicia divina. 
c) De mala calidad, ruín, miserable. 
d) Que molesta y desagrada. 

En ese sentido ¿cuál de esos adjetivos es utilizado como sambenito para los poetas que se les denomina poetas malditos?. 

Para responder a esta interrogante tenemos que retroceder al año 1884, cuando el poeta francés Paul Verlaine publicó su obra "Los poetas malditos" para honrar a seis poetas, entre ellos a Arthur Rimbaud, y resaltar sus dotes literarias y a la vez sus tendencias y vidas trágicas y autodestructivas frente a su sociedad y a su tiempo. Para tomar como concepto de "poetas malditos" Paul Verlaine se había inspirado en el poema "Bendición", del libro "Las flores del mal" de Charles Baudelaire: 

"Maldita sea la noche de placeres efímeros (...) verso 7. 
"Bendito seas, mi Dios, que dais el sufrimiento (...) verso 57).

Desde entonces se dice que un poeta maldito es aquel que vive en un entorno incomprendido y que se mueve fuera de los convencionalismos "independientemente de su talento".

No es mera casualidad que el poeta Leopoldo María Panero, el penútlimo poeta maldito (1), utilizara en uno de los poemas más telúricos, oscuros y misterisos que haya leído en lengua castellana "Himno a Satán", una cita de Baudelaire, perteneciente a Le fleurs du mal

"ten piedad de mi larga miseria". 

El poema "Himno a Satán" (2), publicado en "Poemas del manicomio de Mondragón" (Editorial Hiperión) lo leí ayer en la radio (3). Debo ser sincero. Nunca antes había sentido tantas dudas al leer un poema para el público. "Himno a Satán" es un poema provocador, y, mientras se le va leyendo, el lector desciende al fondo de los abismos para rascar la panza de las fuerzas malignas. Leerlo me trajo un cierto aliento, repito, un cierto aliento, del peruano más universal: César Vallejo, quien en su poema Espergesia escribe:

"Yo nací un día / que Dios estuvo enfermo (...)"
"todos saben que vivo/ que soy malo (...) ". 

Vallejo se enfrenta a la imagen de Dios; mientras que Panero en "Himno a Satán", se mueve en las antípodas: 

"yo que nací del excremento/ te amo".

La poesía del poeta español Leopoldo María Panero podría ser el reflejo de todos o casi todos los monstruos interiores que llevamos todos o casi todos dentro (valga la redundancia).  En el fondo todos tenemos poco o mucho de Panero. En mi caso, no es mi intención hacer de este panel un trabajo de psiquiatría social, sino simplemente visualizar el entorno poético del fallecido poeta y contar lo sucedido ayer al leer su poema "Himno a Satán" en una edición en vivo en la radio. 

"En la infancia vivimos y, después, sobrevivimos" proclamaba Panero. De ese "después", dice Luis García Jambrina, da cuenta precisamente su poesía. Pero no sólo de ese, sino también del después de la muerte del Sujeto , por supuesto, de la literatura y de la propia poesía (4). Ha muerto el penúltimo poeta maldito. El propietario de una de las obras más originales y contundentes de la poesía española del último cuarto de siglo ha dejado de existir, pero su obra, de una u otra manera no cesará de expandirse, porque Panero es genial y enorme. Y en ello tenemos mucho que ver sus lectores, porque los poetas existen cuando los leemos, cuando no, su poesía muere. Panero no ha muerto. Que descanse en paz el poeta.

"En la arena
yace un muerto
es lo mismo
yacer entre palabras" (5)



(1) Nunca se sabe a ciencia cierta si Lepolodo María Panero es, era o será el último poeta maldito. Por eso lo denomino el penúltimo. Por las calles de Madrid o las calles de Berlín o las calles de Lima, me he encontrado con gente que hacía poesía. Personajes que a primera impresión podrían entrar en los encasillamientos de la versión de Paul Verlaine.

(2) Panero escribió otros poemas con el título "Himno a Satán", los cuales se diferencian a su primer "Himno a Satán" escrita en 1987. En los otros poemas se siente cierto desencanto con tal imagen maligna. Ver el poemario "Orfebre" (Editorial Visor. 1994).
(3) Lo leí en el programa bilingüe Haltestelle Iberoamerika, que se transmite en Alemania a través de la frecuencia de Querfunk Radio y live en internet www.querfunk.de . Haltestelle Iberoamerika (Paradero Iberoamérica en castellano) es un programa que dedica en todas sus ediciones de cinco a diez minutos a la poesía en lengua española.

(4) "Panero, memoria de ultratumba". Luis García Jambrina. Diario ABC. 6 de marzo de 2014.

(5) Leopoldo María Panero.


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