jueves, 9 de septiembre de 2010

CINE SOBRE GENTE DE CINE: DAS LEBEN IST ZU LANG (LA VIDA ES DEMASIADO LARGA)

Abajo, el afiche de la película alemana „Das Leben ist zu lang“ del director Dani Levy. Arriba, la portada del libro Historia del cine mundial de José María Caparrós Lera.


La dirección cinematográfica conlleva unos conocimientos técnicos y una participación personal del director (...). Nada es quimicamente puro. Ninguna película es neutral. Ni siquiera los cuentos infantiles llevados a la pantalla se escapan de la visión personal del director.


Carmen Deltoro Lenguazco

El cine: otra dimensión del discurso artístico


Por Jose Carlos Contreras


Cine que habla de la gente de cine. Eso es la película „Das Leben ist zu lang“, una comedia donde se combina el humor negro y el lenguaje onírico rubricado por la personalidad del director Dani Levy, asunto que a muchos de los espectadores deja al final de la presentación algo despistados.


El argumento a grandes rasgos es como sigue: un casi fracasado director de cine de origen judío, Alfi Seliger (el alter ego del director), para no ser pillado, se ve obligado a colgarse de la ventana de los servicios de la casa de un magnate del séptimo arte que celebra una fiesta -cuya mujer minutos antes le ha conminado a hacer el amor- pero al no poder sostenerse cae de pronto sobre un coche de lujo y desde ese momento nace un paseo onírico a través de su vida futura y dentro de su familia compuesta por su mujer prisionera de la crisis de los cuarenta y aburrida de su papel de madre que trabaja sincronizando películas; un hijo que se masturba viendo afiches de artistas de Hoolywood; una hija en plena pubertad que desea tener otro padre, una madre que trata de saldar las cuentas del pasado con su hijo (el director) apoyándole en sus anhelos de hacer cine; además en el film aparecen personajes como artistas creídos de tener sobrado talento, productores arrogantes, actrices que confunden la realidad con la ficción, en fin, un sinnúmero de personajes vinculados al séptimo arte que destapan graciosamente y con ironía la vida que se cuece detrás de bastidores mostrando la cara más humana y fea de nuestros super héroes de la pantalla gigante.


Temo decir que la película sólo pueda entenderse en Alemania. No sé como enfrentaría su lenguaje cinematográfico un espectador chino o mexicano. Además hay sendos diálogos donde brotan una serie de contextos linguísticos propios de la realidad histórica alemana, que al doblarse para otras geografías deben de saber a harina de otro costal. No lo sé, temo equivocarme, porque para eso están los traductores. Pero en sí la traducción ya es una mala fotocopia.


Decía que nuestro personaje estaba colgado en la ventana de los lavabos del productor, quien tiene la manía de leer en la letrina los guiones que le mandan. Entonces al no poder sostenerse, o para ser más justos al guión, la mujer del magnate cierra la ventana, cae sobre el coche de lujo estacionado en la casa e inicia un viaje que no sabe si es cierto o falso. Nuestro personaje deambula en las fronteras del paroxismo y desde allí sale de la parrilla una historia como una moto de carrera contándonos sus sueños, sus miedos y sus complejos de director: el productor le ofrece hacer un film con el guión que le ha entregado porque lo ha leído al padecer una diarrea. Más tarde se entera que su guión será una serie para una cadena televisiva alemana, él se molesta, pero ya ha firmado un contrato sin leer las letras pequeñas. Vuelve a sufrir un colapso vital, visita a un gurú, y ve a su mujer besándose ardientemente con su amante, entonces decide suicidarse en un hotel, pero falla en el intento porque el camarero del hotel lo ha descubierto. Su mujer le dice que ha estado tres días en coma tras despertarse del intento fallido de tomarse un cóctel de pastillas y jarabes. De pronto se encuentra otra vez colgado en la ventana del magnate de cine y cae sobre el coche de lujo y la vida le da una segunda oportunidad de vivir para no tropezar en los errores que cometiera antes de caer sobre el coche de lujo.

El cine está obligado a distorsionar la realidad como en la buena literatura. Das Leben ist zu lang, „La vida es demasiado larga“ es una comedia con mucho humor, pero que a veces puede aburrir, porque me da la sensación que el director tuvo que cortar muchas cosas de sus diálogos originales. Ya se sabe que el cine es una práctica de montaje en donde la organización del material y de la historia no es solo visual sino conceptual. El cine es un discurso artístico que pude ser desmadejado sensorialmente por cuantas mentes lo miren. El film alemán es una película divertida, pero esperaba más, le falta un no se qué, basta verla solo una vez, empero pertenece a la categoría de las recomendables, porque Levi, su director ya ha confirmado que es un grande, sino pues vean „Alles auf Zücker!“ o „Mein Führer“. Aunque con este film de 87 minutos no llegue al nivel de las anteriores.

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