Cine y literatura son amigos, pero a veces no; viven bajo la maldición del “juntos pero no revueltos”. Algunas veces se han llevado al cine novelas que en la pantalla gigante resultaron siendo un insulto a la literatura. Ya que hablamos de cine, les cuento que desde Estados Unidos llega la noticia que 2009 ha sido un buen año para las salas porque se llegará a recaudar más de 10.000 millones de dólares. Desconozco las cifras en Europa, pero recalco que detesto la subvención de tantos bodrios a diestra y siniestra. Esto se ha convertido en un mal menor y necesario. Se debe alentar el talento pero no espantar al público de las salas de cines.
Como me gusta el cine y no descarto ver películas que se basan en libros -como fueron los casos de Die Päpstin basada en la novela Pope Joan de Donna Woolfolk Cross o Buddenbrooks basada en la obra del mismo nombre de Thomas Mann- no descarto tampoco ver filmes que no estén basados en novelas, sin embargo este año he sufrido muchas decepciones. Para empezar con la Teta asustada ( en Alemania se la tituló Eine Perle Ewigkeit ), por la que quizá aposté en demasía porque venía acicalada con el velo del Oso de oro de Berlín. Así que la recomendé a mis círculos, sin embargo a la mayoría de la gente, que se pasó por el cine de Karlsruhe bajo mis recomendaciones, la película no le gustó. Es más, no la entendieron. A mí tampoco me gustó y no quiero decir que sea mala, ni regular. ¿Por qué?: callar también es una respuesta.
Sin embargo hay una película que ha despertado mi admiración al cine. Es un film japonés que se titula Nokan (“Despedidas” ha sido titulado en español) y que ha sido una sorpresa gratísima. Su director Yojiro Takita trabajó al lado de Akira Kurosawa.
Cuando el cine se cubre de arte los ojos se iluminan, e inclusive se humedecen, como es el caso de este trabajo cinematográfico japonés que hace llorar en los últimos minutos a toda la gente que lo ve.
De las más de cuarenta películas que he visto este año me quedo con Gloriosos bastardos (1) de Quentin Tarantino, Der Knochenmann (2) del director Wolfgang Murnberger basado en la novela del escritor austriaco Wolf Hass y por supuesto con Nokan (3) de Yojiro Takita. Es una pena que no haya podido ver hasta ahora la película Verblendung (4) basada en la novela de Stieg Larsson.
Nokan cuenta la historia de Daigo Kobayashi, un músico de violenchelo que pierde su trabajo porque su orquesta ha sido disuelta. Así que decide regresar a su ciudad natal, llevándose a su joven esposa, y como tiene deudas (tiene que pagar el violenchelo) busca trabajo. Entonces lee un anuncio en el periódico convencido de que se trata de una agencia de viajes, se presenta en la empresa y el dueño lo contrata sin mirar su currículo. Después descubre que no es una empresa turística sino una agencia funeraria que se encarga de amortajar cadáveres, acompañando el último viaje de los muertos con una ceremonía especial.
Al principio siente un intenso rechazo a su tarea, pero las necesidades son mayores y se ve obligado a ocultar a su mujer su verdadera condición laboral. Sin embargo, con el recorrer de los días, va descubriendo una serie de vivencias en donde la muerte se le presenta bajo diversos aspectos: una suicida hermosa que en realidad es un chico, una persona hallada muerta después de mucho tiempo, etc. En la película se observa intensamente el amor que profesan a sus muertos los que llevan luto, y cómo éstos, los muertos, son amortajados y maquillados de una manera sumamente ceremonial.
El film es un poema a la muerte y a la vida, y sobre todo a la esperanza (la esposa de Kobayashi está embarazada) y al amor de los hijos a los padres y viceversa. La imagen del progenitor de Daigo Kobayashi aparece intensamente en las conversaciones con su esposa a pesar que no recuerda su rostro porque abandonó a su madre cuando era muy niño. Una piedra es el único recuerdo que guarda de él. Una piedra lozana que significa un mensaje de amor.
Un día se entera que su padre ha muerto. Al principio duda en ir a su amortajamiento, porque su padre forma parte de un pasado que no existe para él, a pesar de todo decide ir con su esposa que está embarazada. En la ceremonía toma él mismo la batuta en el amortajamiento y descubre entre las manos rígidas de su padre muerto la piedra que había intercambiado con él siendo niño, imagen que hasta entonces permanecía como un hecho nublado en su memoria, como algo ininteligible. En ese instante el rostro de su padre se convierte completamente visible mientras desentraña los recuerdos de su infancia.
Repito señores, Nokan es cine de quilates. Una pequeña obra de arte que conjuga humor y cosas sabias. El final es de bandera, y lacrimógeno, un adiós al padre lleno de amor y ternura a raudales.
Como Nokan ganó la última edición del Oscar en el rubro de película extranjera, mi curiosidad me lleva a Hollywood, lugar que no me interesa, a no ser que elecciones como Nokan, despierten mi sorpresa, en ese sentido he empezado a olfatear qué películas son las favoritas de las quinielas para el 2010 en la categoría de extranjeras. Hasta el momento son la película alemana La cinta blanca (5), de Michael Haneke (que este domingo veré en el Schauburg de Karlsruhe); la película argentina El secreto de tus ojos (6), de Juan José Campanella; la rumana Policía, adjetivo de Corneliu Porumboiu (7); un film codirigido por un judío y un palestino: Ajami (8) y la francesa Un profeta (9) de Jacques Audiard.
Bueno señoras y señores, abran los ojos que por allí a veces aparece buen cine. Hasta la próxima. ¡Va por ustedes!.
(1) DE LOS BASTARDOS DE QUENTIN TARANTINO, AL ANTICRISTO DE LARS VON TRIER Y EL TOKIO DE ISABEL COIXET
(4) www.verblendung-derfilm.de
(5) www.dasweisseband.x-verleih.de
(6) www.elsecretodesusojos.com
(7) www.cinemaorama.com/index.php/2009/11/30/policia-adjetivo/
(8) http://www.youtube.com/watch?v=M7Aar_63jBE
(9) http://www.un-prophete-lefilm.com/