domingo, 14 de agosto de 2011

LA POESÍA DE NOVALIS Y LA TRASCENDENCIA POÉTICA COMO HIGIENE ESPIRITUAL




Arriba, libro "Hymnen an die Nacht" de Novalis, uno de los libros de poesía más importantes del primer romanticismo.

Poesie ist die große Kunst der Konstruktion
Der transzendentales Gesundheit.
Der Poet ist also der transzendentale Arzt.“

Novalis


La obra de Novalis es una de mis grandes deudas personales con la poesía alemana. Cuando la descubrí ya estaba afincado en Alemania, y en América nunca nadie me la había mencionado. Lo mismo debe suceder con algunos amantes alemanes de la poesía hecha en América en los siglos pasados, como por ejemplo, como me ha pasado a mí en el caso de Novalis, que nadie les haya mencionado el nombre de María de Rojas y Garay ( más conocida como Amarilis, que vivió en el siglo XVI, en tiempos de la Colonia, en lo que hoy se llama Perú). Es funesto que el tiempo tape con las cortinas del olvido la lírica de muchos creadores, sobre todo de los creadores cuyas distancias gográficas donde se movieron se confabulan en la misma tarea: el olvido; sin embargo, para contrarrestar ese destino estamos los lectores, dispuestos a desenterrar la belleza del fondo de las catacumbas, sea cual sea el estilo y la forma, los que para muchos quizá no guste, pero eso es otro tema, ya que, que no se nos olvide, que poesía es poesía, y punto.

Novalis procede de una familia nobiliaria cuya tradición proviene del siglo XII y se le conoce como uno de los representantes del primer romanticismo alemán. Su verdadero nombre, que es largo y pomposo era Georg Friedrich Philipp Freiherr von Handerberg y nació en 1772 en el castillo de Oberwiederstedt. Muchos textos de Novalis están ligados a la cosmogonía de Dios y otros, a la muerte, sobre este punto cuenta la leyenda que el fallecimiento de su novia quinceañera Sophie von Kühn le chocó fuertemente (no se olviden que Novalis murió a los 29 años), hecho que condicionó su lírica frente al tema de la muerte (Krell Historia de la literatura alemana. 1963. Página 223.) Pero algunos estudiosos dan esa historia como una leyenda y nada más, y que entre la muerte de Novalis y la chica existe una distancia más larga, tiempo en el cual Novalis se descolgó de la morriña y la tristeza tras haber perdido a su amada y se volvió a enamorar (1) y a vivir las hermosas tropelias de un corazón espinado.

La muerte tocó la puerta de la casa del poeta muy temprano. Novalis murió afectado por una tuberculosis que melló su cuerpo durante sus dos últimos años de vida. El vate, que también era ingeniero de minas, falleció en 1801 en Weisenfels a la edad de 29 años. No hay que olvidar que en el siglo que le tocó vivir a Novalis la máquina a vapor revolucionó la industria, especialmente la británica, donde a principios de 1800 más de mil máquinas de este tipo estaban activas. En 1789 acaeció la Revolución Francesa y en 1799 Napoleón Bonaparte tomó el poder en Francia y comenzó su proyecto conquistador por Europa. En ese marco histórico se mueve como un pez la creación de Novalis, cuya obra sería reconocida tras su muerte y que hoy merece toda mi honra y respeto.

El poema que he traducido en esta oportunidad se llama Marienstrophe (la estrofa de María) que pertenece al libro Geistliche Lieder (Canciones espirituales) y posee un cargado carácter religioso: casi como gran parte de la obra de Novalis que se caracterizó de adentrarse en el cosmos de Dios, en este caso, el poema a María, es una trabajo poético que salta entre la materia y la belleza, entre el espíritu y el dolor, entre la conciencia subjetiva y realidad objetiva. „Para el Universo buscamos el proyecto; ese proyecto somos nosotros mismos...porque nosotros y él somos las dos mitades integrantes“ escribió Novalis en una oportunidad (2)

En „Marienstrophe“ lo místico y poético se entremezcla entre lo terrenal y lo espiritual. Me atrevería a decir que el poema se acerca más a una simbiosis que exteriorizaría la imagen de la amada desaparecida entre las garras de la muerte y la imagen de Maria que se multiplica en los templos como un cuadro dual entre amor imperecedero y comparación divina. Empero, en el fondo, y tras una la primera impresión lectiva es extremadamente afincada en la providencia divina. En „Marienstrophe“ el poeta dice que ha contemplado la imagen de Maria en muchos cuadros, en pinturas, en obras artísticas, pero que nadie la ha sabido pintar como lo pintan los ojos de su alma cuando él la observa, nadie la ha plasmado como la pinta su interior en su interior. Una maravillosa exteriorización de elevado amor sublime que me llena de preguntas.

Los poemas VIII, XIV y XV del libro „Geistliche Lieder“, a la que pertenece el que hemos traducido (3), son dedicados a María. Muchos de ellos fueron cantados en las iglesias, pero hoy en día ninguno de ellos se encuentran en los libros de cantos de los templos. Y para terminar el análisis del poema observamos que en los cuatro últimos versos de „Marienstrophe“Novalis nos habla de un mundo en conflicto, y aborda su estado onírico que se ve amenazado, pero sobre todas las cosas observa el cielo como una defensa que no se puede destruir y que su pensamiento no tiene fin hacia ella. Como vemos, el arte poético inspirador de Novalis se mueve entre la filosofía celestial y terrenal, una forma providencial para desterrar la muerte y alabar a Maria, que podría ser también su amada muerta, hasta el fin de los tiempos y hasta los confines del mundo. Abajo les apunto el poema, y la traducción que he hecho de ella. iVa por ustedes!.

Marienstrophe

Novalis (Georg Friedrich Philipp Freiherr von Handerberg)

Ich sehe Dich in tausend Bildern,
Maria, lieblich ausgedrückt,
doch keins von allen kann Dich schildern,
wie meine Seele Dich erblickt.

Ich weiß nur, daß der Welt Getümmel
Seitdem mir wie ein Traum verweht,
und ein unnennbar süßer Himmel
mir ewig im Gemüte steht.

Marienstrophe

Novalis (Georg Friedrich Philipp Freiherr von Handerberg)
(Traducción: Jose Carlos Contreras Azaña. Karlsruhe. Alemania. Agosto 2011)

Te veo en miles de imágenes,
Maria, carnalmente estrujada,
pero nadie de todos te puede pintar,
como te contempla mi alma.

Sólo sé, que el mundo se pelea,
desde que a mí como un sueño se disipa,
y un innominable dulce cielo
para mi imperecedero pensamiento.


(1) Hermann Kurzke. Novalis. Editorial C.H. Beck 2001. Página 11.

(2) Himnos a la noche de Novalis. Hymnen an die Nacht. Jose María Valverde. Rafael Argullol. Icaria editorial. Barcelona 1985.

(3) Novalis Schriften. Band 2. Ludwig Tieck. Friedrich von Schlegel. Segunda edición. 1806. Estrofa XV. Página 52. Geistliche Lieder.

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