sábado, 30 de octubre de 2010

LAS LAMENTACIONES DEL JOVEN WERTHER „DIE LEIDEN DES JUNGEN WERTHERS“: GOETHE EN EL CINE

Arriba, portada del libro „Die Leiden des jungen Werthers“ de Goethe. DTV Verlag www.dtv.de . Abajo, cuadro de la mujer que le quitó los sueños a Goethe y que inspiró la novela „Las cuitas del joven Werther“ (1) y la película "Goethe!" del director alemán Philipp Stölzl. El cuadro de Charlotte Kestner, apellido de soltera Buff (1753 – 1828) fue pintado por Heinrich Schröder.

„A las seis de la mañana entró el criado
con luz en el cuarto, y hayó a su amo
caído en el suelo, cubierto de sangre y
con la pistola a un lado“.

De „Las pasiones del joven Werther“
Johann Wolfgang Goethe


por Jose Carlos Contreras

„Lo romántico es lo enfermo“, así dijo una vez Goethe cuando le preguntaron sobre su libro „Die Leiden des jungen Werthers“ (las pasiones del joven Werther). Renegó del libro hasta el final de su vida. Lo calificó como un libro en donde lo mejor que pudiera haber hecho el autor es haberse metido un tiro. Así de duro era Johann Wolfgang Goethe con el libro que le dio fama cuando apenas contaba con 25 abriles. El libro se publicó en 1774 y causó un enorme revuelo en la sociedad de entonces movida por enormes cambios en el campo de la economía, política, sociedad y cultura (cuando Alemania no era lo que es hoy, sino un variopinto territorio plagado de principados) y provocó una ola de suicidios que conmocionó a diestra y siniestra: los enamorados de entonces acababan con sus vidas imitando al personaje principal de la novela.

Todo ello lo pude vivir anoche en carne propia cuando vi la película alemana "Goethe!" dirigida por Philipp Stölzl (para eso está el cine y no te miento). El film exhibe un excelente trabajo de escenografía que me llamó la atención: calles y ambientes que nos llevan indudablemente a los días de la década siete del siglo XVIII, antes de la Revolución francesa. Hay una imagen admirable en el que se ve la ciudad de Frankfurt de esos años en el momento en que Goethe y su padre vuelven a la ciudad que se levanta a las orillas del río Meno.

Debo destacar sobremanera el trabajo de los actores (Alexander Fehling, como Goethe; Miriam Stein, como Lotte; Moritz Bleibtreu como Kestner) y si nos fijamos en los términos literarios en que se basa la película diríamos que se trata de un buen largometraje que nos demuestra que el cine histórico hecho con buen gusto engatusa y produce admiración, y sobre todo, nos transporta magicamente al pasado, a pesar que el cine acostumbra a dar nuevas versiones, como el duelo de Werther y Kestner que en realidad nunca se dio y que la película "Goethe!" (2) muestra en sesenta segundos.

En este sentido la película no tiene nada que ver con esas burundangas hechas por directores cuyos nombres no quiero acordarme y que al tratar de llevar novelas clásicas al cine lo que cocinaron fueron eso, sencillamente: burundangas. Lo más encantador del film sobre Goethe es que te invita a la discusión con los amigos y con la gente que va al cine y que admira el trabajo del autor de Fausto, aunque lo más importante sea la provocación y el prurito de leer y releer el libro de Johann Goethe, el film nos conmina a seguir internando nuestra curiosidad en los vericuetos de la existencia de este ilustre personaje que se pasó la vida trabajando en Weimar.

No quiero gastar el tiempo hablando sobre la película porque es buena y se basa en el libro arriba mencionado, lo agradable sería ahora provocar a los lectores a saber algo más sobre Goethe; que por ejemplo era un tipo enfermizo, debilucho, con una cabeza llena de supersticiones. No hay duda alguna que su constante contacto con la enfermedad hiciera de él un ser que contlempó el mundo con otros ojos, los ojos y el sentimiento que no tenemos las personas que no padecemos una crisis del cuerpo.

Supongo que la superstición viniera por la parte materna, ya que a su madre y al padre de la misma, su abuelo Textor, les encantaba enjugarse en la chambonada mundana de los horóscopos. Por otra parte cuentan sus biógrafos que Goethe en su juventud quedó encantado con la literatura de Shakespeare y de los pensamientos de Rousseau. Y en lo político, tuvo mucho temor de la Revolución francesa.

La novela „Las pasiones de Werther“ nace de su experiencia de cuatro meses vivida en la ciudad de Wetzlar, en donde ejerció el derecho, arropado por la ruma de papeles y documentos del Tribunal del Imperio. En una noche de 1771, en un pueblito cercano de Wetzler conoció, durante un baile, a Carlota Buff, de quien se enamoró perdidamente. La novela, que Napoleon leyera hasta nueve veces, relata el suicidio de un joven por un amor no correspondido.

(1) desveturas, penas, sufrimientos, pasiones, lamentaciones, cuitas, el título del libro de Goethe ha sido traducido en distintas formas.

(2) http://www.goethe-derfilm.de/

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