miércoles, 11 de agosto de 2010

EL CONCIERTO (DAS KONZERT): EXCELENTE CINE EUROPEO


Arriba afiche de la película Das Konzert del director Radu Mihaileanu.


„He oído decir que la única manera de cuidar el ánimo es manteniendo templada la cuerda de nuestro espíritu, tenso el arco, apuntando hacia el futuro".

Enrique Vila-Matas en "Dietario voluble"




Ya era hora que me rindiera al cine nuevamente. Ya estaba perdiendo las esperanzas de encontrarme con al menos alguna buena película en este primer semestre de 2010, una que atravesara la línea de lo muy regular o regular y me devolviera la esperanza de que ver cine no es sólo pagar tu entrada, sentarte en tu butaca tranquilito sin decir ni pío, antes, leer la críitica de la prensa, escuchar algunos comentarios de amigos, dejarte manipular por los folletos de las empresas de cine que te llenan de maravillas sobre las películas que venden, ya era hora de romper con todo ese hechizo porque eran para mí casi seis meses de sequía y de seguir viendo películas regularonas, o, por allí, aguna que otra rozando lo bueno, hasta que me toqué con Das Konzert / El concierto del director rumano-francés Radu Mihaileanu, y el encanto por el cine ha vuelto a tocar la puerta de mi casa.


Con el respeto que se merecen las 30 películas que he visto este semestre, donde he sentido el gran trabajo de directores, artistas, productores, etc. Con el respeto que se merecen todas las gentes que trabajan alrededor del séptimo arte, escribiría con mayúsculas en estas líneas del presente párrafo que acabo sencillamente de ver una película que no dudo en calificar como más que una buena película.


El guión a veces raya la exageración de los estereotipos sobre la población rusa, pero, cuidado, sólo se trata de un encantador humor negro. El film posee algunos segundos que sobran, algunos momentos que se han hecho, seguro, para atrapar al público menos cinéfilo, o mejor dicho al acostumbrado a ver ciertas películas a las que no me atrevo a perder mi dinero. Hay demasiada ficción en Das Konzert, un argumento no apto para analíticos, muchos tópicos desparramados desde Moscú a París, algunos errores en el tiempo que caen en el absurdo, cosas que no encajan para el espectador analista, sarcasmo contra el comunismo en donde el capitalismo también se ve vapuleado, osea una película que arriesga en un envidiable lenguaje cinematográfico lleno de comicidad, sensibilidad, música, humor, absurdo y sobre todo demasiada ficción, pero de eso se trata, de ficcionar, y de hacerlo de una manera en la que el espectador navegue como en un río a través de la trama del film.


En la película Das Konzert, te ríes, y también te pones triste, hasta lloras: quizá la música deTchaikovsky, especialmente ese concierto de violín en Re Mayor Op. 35 juega un rol preponderante porque sirve de colofón para desentrañar una historia inverosimil pero sumamente tierna y a la vez atroz, y de cualquier manera bien estructurada. El film El concierto, repito es cine de kilates, pertenece a esa camada de películas de colección y aptas para ser vista más de una vez y de recomedar hasta el hartazgo.


El argumento es sorprendente, ya lo decía, absurdo y genial: Andrei Filipo era el mejor director de orquesta de la Unión Soviética en el época de Brezhnev, pero lo degradan por no echar a los músicos judios que tocan bajo su dirección. Entonces lo echan a él de la famosa orquesta Bolshoi y tiene que sobrevivir de limpiador de la sala que reúne a la misma orquesta. Igual suerte corren sus músicos que sobreviven haciendo otros trabajos en diferentes puntos de Moscú. Tres décadas más tarde, cuando limpiaba la oficina del director de la orquesta Bolshoi, Andrei Filipo lee un fax que acaba de enviar de París el administrador del Teatro de Chatelet invitando a la orquesta Bolshoi a un concierto. En ese momento Andrei Filipo comienza su viaje al pasado y tiende una cortina de venganza que aflorará con los días: decide reunir a todos sus músicos que tocaron con él hace treinta años y logran, usando una serie de artimañas, presentarse en París y conquistarla. En el film corre una historia paralela sobre la procedencia de los padres de la violinista que acompañará a la orquesta de los músicos impostores. A la vez salen a relucir una serie de pequeñas historias de algunos miembros de la orquesta estando en la capital francesa. El concierto que dan es grandioso y logran meterse al bolsillo a todos los públicos del mundo.


Hacía seis meses que no veía una película excelente: me recordó la plasticidad y belleza de la película japonesa Nokan (1) o, una más pasada, el maravilloso film La vida de los otros. Das Konzert (2) es encantadora y hay que verla tranquilito, sin buscar los errores, sino dejarse abrasar por el caluroso beso de la ficción.



(1) NOKAN / DESPEDIDAS: EXCELENTE CINE JAPONÉS


(2) http://www.konzert-derfilm.de/

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