viernes, 8 de febrero de 2008

DE MUERTE, SOL, PLAYAS Y LIBROS


Hoy ha amanecido soleado en Karlsruhe. Hace frío, pero la luz invernal que intensamente cae sobre las paredes de la casa vecina rebota sobre mi ventana a la manera de un espejo. Con esa luz los libros tumbados sobre la alfombra tienen un color más intenso. Parece que estoy en un playa de libros. Qué hermoso.

Anoche estuve revisando apuntes del filósofo Blaise Pascal ( los apuntes hallados son frutos de mi tarea de limpieza en mi escritorio) que hablaba del hombre como un complejo sistema de tuberías y codos que llevan el líquido de las contradicciones. Somos contradictorios, decía Pascal, porque somos grandiosos y miserables al mismo tiempo y que, normalmente, soslayamos, por miedo a pensar en nuestro yo y en nuestro futuro, el tema de la muerte.

Sin saberlo -porque anoche, como dije, revisaba esos pensamientos filósóficos pascalianos sobre el morir- el tema de la muerte ha vuelto hoy a mi escritorio de boca de la autora J.K.Rowling, la madre de Harry Potter, a través de una bellísima entrevista que le ha hecho el periodista Juan Cruz y que hoy ha salido publicado en el diario El País.

En la entrevista sale a relucir el tema de la muerte, porque de eso se trata dice Rowling, hablar de la muerte en Harry Potter de una manera natural. Harry tiene un entendimiento precoz con la muerte. Y ella ha tratado de reflejar sus experiancias con la muerte y las ha ido desgranando en sus historias hasta hacerlas vibrar a través de la piel de su personaje que llega a aceptar su propia muerte.

"A pesar que todos sabemos que vamos a morir, la muerte sigue siendo un misterio. Pensamos que la muerte es algo secreto que le ocurre a muy poca gente. Y de pronto alguien cercano se muere y entonces cae la bomba", comenta Rowling.

Lo mismo pensaba Pascal en el siglo XVII, y seguro que piensan así muchos filófosos y no muchas personas."¿Cuántas personas tienen la posibilidad de aceptar su muerte antes de morir?", se pregunta Rowling en la entrevista.

Hablaron de Francis Scott Fitzgerald, de Tolkien y de Gabo (Gabriel García Márquez), del cual espero con un estusiasmo infantil la puesta en escena el 21 de febrero de 2008 de la película "El amor en los tiempos del cólera", basada en su novela.

El año pasado, el diario El Tiempo de Bogotá, Colombia, publicó una lista de las cien mejores novelas en lengua castellana de los últimos 25 años y en el puesto número uno estaba "El amor en los tiempos del cólera".

Gracias Pascal, gracias Rowling, gracias Gabo y, sobre todo, gracias a Juan Cruz. Por haberme despertado con palabras en un día de luz germánico. Y a Borges, Bolaño y Vila Matas, cuyos libros siguen tendidos en las arenas de mis playas litetarias como hermosas sirenas tomando el sol.

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