jueves, 12 de julio de 2007

Portada de la novela La Hermogeníada último trabajo de Javier Moreno.


Desde Madrid, y gracias a la gentileza del amigo Natter, quien estuvo visitando esa ciudad y auscultando los cuadros del famoso Museo del Prado, entre ellos el del misterioso Las Meninas de Velásquez, me llega el libro de poemas Cortes Publicitarios de Javier Moreno.


Con este libro, Javier Moreno, quien nació en Murcia, España, en 1972 y estudió matemáticas, filosofía, teoría de la literatura y literatura comparada, ganó el Premio Nacional de Poesía de la Fundación Cultural Miguel Hernández 2006.


Cortes Publicitarios llama la atención por el uso de los logotipos y marcas de productos multinacionales a través de un lenguaje poético que usa la ironía y el humor negro, y que consigue adentrarnos en la autopista de la poetización de productos del sistema capitalista. (Nos hizo recordar -aunque la comparación no viene al caso- al libro de Neomi Klein "No Logo"). A Javier Moreno le faltó poetizar a Big Brother o Gran Hermano o a los sobrecitos de Alka Seltzer o a las falditas de Zara.


El desaparecido escritor chileno Roberto Bolaño decía que en estos tiempos cualquiera podía escribir poesía con tan sólo escribir líneas y párrafos, ponerles coma, separarlos y así se conseguía, con el dolor de los puristas, un poema.


Leyendo los poemas de Cortes Publicitarios de Javier Moreno, el primer impacto que se tiene es eso, poesía trabajada a base nuevas búsquedas que van circulando por senderos novedosos y nos da la impresión de caer, muchas y demasiadas veces, en lo prosaíco, hecho que no impide que Javier Moreno consiga un trabajo interesante. En la página 31 del libro Cortes Publicitarios encontramos el poema titulado Bayer, que abajo transcribimos en parte, y que nos ha traído el recuerdo de la famosa pregunta del filósofo alemán nacido en Fránfort del Meno, Theodor Adorno (1903-1969) "¿ Cómo escribir poesía después de Auschwitz?".

BAYER

Como un reactivo
en la dosis correcta (una varilla
de platino
en una disolución de SO3 a 400 °
= ácio sulfúrico)
un tanto de dolor puede obrar
la metamorfosis
del amor en odio

(...)

Hay bonitas vistas
sobre el campo de Auschwitz
Lo difícil es habituarse
al olor penetrante del humo
Los seres vivos tienen costumbre
de arder a 120 grados
Es preciso alcanzar los 800
si uno quiere convertir los huesos
en ceniza

(...)

Cipro, Zyklon-B
El pharmakon es aun tiempo
medicina y veneno
Lo mismo le ocurre
al pensamiento y la palabra
No hay diferencia

Nos consta que Paul Ancel remediaba
sus dolores de cabeza
con dos tabletas de Aspirina.

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