viernes, 7 de noviembre de 2014

9 DE NOVIEMBRE DE 1989. EL DÍA HISTÓRICO QUE ME PERDÍ: 25 AÑOS DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN


Arriba y abajo, la foto del famoso soldado Hans Conrad que tiró el fusil y saltó el Muro huyendo al otro lado de la frontera. Fotos: literatambo.

 Abajo, restos del Muro de Berlín por lo que ahora pasean los turistas. Fotos: literatambo.
 Arriba y abajo, las calles por donde el Muro echó sus sombras en verano y en primavera. "Good Bye Lenin" es una película que me gusta mucho. ¿Que hubiera dicho Stalin si  habría visto a Berlín sin Muro?. Por Berlín me persiguen siempre los fantasmas de la libertad, esos que pensaban divididos entre dos fronteras pero siempre fueron uno, de esos que amo hasta el hartazgo. Por ellas voy y por ellas vengo. Fotos: literatambo.

Vivo siempre en el presente.
El futuro lo desconozco.
El pasado ya no lo tengo.


Fernando Pessoa
El libro del desasosiego.Página 120.


La vida es tal vez
una larga calle por la que cada día pasa una mujer con un cesto
La vida es tal vez
un hilo con el que un hombre se cuelga de una rama
La vida es tal vez
un niño que vuelve del colegio (...)


Forugh Forukhzad (poetisa iraní)
Nuevo nacimiento


por Jose Carlos Contreras Azaña

Horas después de ese 9 de noviembre de 1989, entró David Odría La Cotera, el director de Radio Nacional en aquel entonces, a la cabina de la radio y me preguntó irritadamente que qué programa se emitía al aire en ese momento; al saberlo, dio el grito al cielo: ¡HA CAÍDO EL MURO DE BERLÍN!. Entre ofuscado y sorprendido me reconfirmó el enorme significado de ese grito que salió de la boca de uno de los más grandes hombres que el periodismo radial haya dado a Sudamérica, y que 25 años más tarde me llevan a escribir esto: la importancia de la caída del Muro de Berlín.

Horas antes de la medianoche europea, durante la insólita rueda de prensa,  Günter Schabowski, miembro del Politburó de la RDA, había anunciado de una manera confusa, que dicho sea de pasó confundió a más de un periodista, la apertura de la frontera que permitía el acceso desde ese momento a los ciudadanos entre las dos Alemanias. Después, la radio y la televisión hicieron la magia. La noticia corrió como un reguero de pólvora por el área berlinés de la exrepública democrática alemana, y, al principio, fueron dos, tres, cien, diez mil, veinte mil, miles de personas, entre confusos y felices, las que se desplazaron hasta la frontera para cruzarla y gritar al unísono que Alemania era una sola.

Esa alegría, esa felicidad de los gritos y abrazos entre alemanes del este y el oeste que ví desde la casa de la radio en Lima eran tan emocionantes que me parecía irreal, increible, impensable, fascinante. Ese muro, el muro de Berlín, que fuera erigido el 13 de agosto de 1961 se había esfumado de la noche a la mañana. Y había sorprendido a muchos periodistas, inclusive a mí, a pesar que en  1985, con Mijail Gorbachov, comenzara la transformación en la Unión Soviética y para muchos ya nos era familiar los términos Glasnost  (apertura) y Perestroika (transformación, reorganización).


Años más tarde, siendo ya residente en Alemania, recorrí muchas veces parte de lo que fue el Muro de Berlín, inclusive he seguido el rastro de las gentes que vi en la televisión desde Lima cuando cruzaban el famoso puente Börnholmer Brücke. Allí he vuelto a escuchar esos gritos de emoción, allí he vuelto a sentir ese barullo incontrolable de felicidad. La última vez que recorrí el Muro de Berlín, el año pasado, tuve la necesidad incontrolable de acariciarlo y pensar en las personas que tantas veces lo topó, lo odió, lo cruzó, lo pintó, lo recordó, lo fotografió. La última vez que vi a David Odría La Cotera (1) fue durante un programa en Radio Victoria que él producía para el Colegio de Periodistas del Perú. Siempre lo recuerdo, y, recuerdo también aquel grito radial ¡HA CAÍDO EL MURO DE BERLÍN!, y desde entonces -yo que soy un enamorado de la literatura y de la radiotelefonía- no me ha sorprendido nunca saber que la radio (al lado de la televisión) fuera el medio más rápido que informara sobre tan importante acontecimiento en directo desde Berlín en aquella noche histórica del 9 de noviembe de 1989.


Sin duda, y lo digo sin remilgos, la caída del Muro de Berlín fue uno de los acontecimientos más hermosos de la historia de la humanidad. Y uno de los momentos más felices que he vivido en mi vida (desde lejos, por supuesto, lejos de Berlín).

BREVE OJO ZAHORÍ DEL SIGNIFICADO DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN PARA LATINOAMÉRICA

¿Pero cuál fue el significado de la caída del Muro de Berlín para Latinoamérica?

¿Pero qué aconteció luego en las economías, en las partidos políticos, en las diversas sociedades latinoamericanas tras el derrrumbe del muro?

Para responder a tan difícil respuesta, recurro a una de las sentencias que mas me han gustado sobre la caída del Muro, visto desde el lado europeo, y lo tomo así, porque no lleva de ninguna manera una tergiversación o una tendencia política desde el contexto latinoamericano, por eso me gusta y lo apunto abajo:

Una vez le preguntaron al historiador alemán Heinrich August Winkler si "¿Podría establecer algún vínculo entre la caída del muro y América Latina?" y el contestó:
 
"Hay, por lo menos, una consecuencia importante. Hasta la caída del muro, es decir, hasta la caída del imperio soviético, Estados Unidos podía meter a cualquier régimen con tendencias izquierdistas en el cajón de los “altos riesgos para la seguridad nacional”. Eso ya es pasado. Por esta razón, la actitud de Estados Unidos hoy es algo más reposada, incluso ante regímenes como el Hugo Chávez en Venezuela. El tema de Cuba ya no atiza los nervios como en los tiempos de Kennedy y Jrushchov"
(2)

Yo no me he quedado tranquilo con esa respuesta, pero es notoria su claridad y por lo tanto constata que la desaparición del Muro de Berlín también influyó en América Latina. En 1989 gobernaba en Perú el presidente Alan García. En Venezuela, Carlos Andrés Pérez; en Nicaragua el sandinista Daniel Ortega; en Argentina, Raúl Alfonsín; en México, Miguel de la Madrid. Y la lista sigue, pero lo que destaco es que desde México hasta Argentina, el derrumbe del Muro significó la consolidación de procesos democráticos de diversa índole y del nacimiento de entes de integración en distintos rubros. El caso de Cuba, después del 9 de noviembre de 1989, ha sido un caso curioso, porque sufrió un efecto casi devastador y padeció una reducción de su PBI del orden de 36%. Si alguien quiere saber por qué, que me escriba y se lo explico (3).

Y en cuanto a los mencionados procesos de integración económica cabe mencionar que tomaron cuerpo organizaciones como el Mercosur, la Comunidad Andina, el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Y que a pesar de las desigualdades sociales que todavía impera en la región, la globalización y su emergente movimiento de derivados económicos tras el derrumbamiento del Muro de Berlín influyó en Latinoamérica convirtiéndo a sus integrantes en economías emergentes con una vital atracción para los inversiones.

De Latinoamérica podemos hablar desde diferentes ángulos y tomar posiciones políticas de los colores más variopintos. En este espacio no es mi intención justificar o condenar regímenes que nacieron después de la caída del Muro. Eso lo juzgará la historia o los pueblos en las urnas. Para mí es importante dejar claro que la Caída del Muro también dejó sentir sus efectos en Latinoamérica, (como aquellos aspectos que arriba he apuntado). Para terminar unos apuntes que nacen desde la perspectiva después de los veinticinco años de la caída del Muro de Berlín: el hombre más rico del mundo es de América Latina. En contraste un dato: de los 600 millones de latinoamericanos, 175 millones  viven debajo de la línea de pobreza. Y aquí me quedo con ganas de aumentar esta estadística gracias a ti lector, que te invito que lances con todo el decoro del mundo tus punto de vista 25 años después de la caída del Muro de Berlín.




(1) David Odría La Cotera. En su época, precoz talento de radio. Reconocido a nivel latinoamericano. Más información: http://surquillanomiraflorino.blogspot.de/2012/04/david-odria-la-cotera-extraordinario.html

(2) El historiador alemán Heinrich August Winkler nació en Königsberg en 1938.


(3) Antonio Sánchez García. Noticiero Digital. 2014.

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