miércoles, 9 de mayo de 2012

DE LOS LIBROS PREFERIDOS DE FRANCOIS HOLLANDE A LOS LIBROS PREFERIDOS TUYOS


 „Nichts ist praktischer als eine gute Theorie“

Kurt Lewin

„No te afanes, alma mía, por una vida inmortal,
pero agota el ámbito de lo posible“

Píndaro

„Tenía muchos libros y casi ningún amigo“

Roberto Bolaño.
en 2666.


El domingo pasado a medianoche, cuando ya se conocía el nombre del nuevo presidente de Francia, me pregunté ¿cuál es el libro preferido de Francois Hollande?. La verdad es que no tenía ni idea, a pesar que siempre me ha gustado saber qué lee la gente, y especialmente la gente que tiene el timón de los asuntos de estado, y por qué leen, y si la verdad es, que leen, ¿comprenden lo que leen ?. En ese sentido siempre me ha llamado la atención que el expresidente de los Estados Unidos George Busch leyera en un año 87 libros. 87 obras – algunas de las cuales contaba con más de 700 páginas-  reseñaba la información que leí en 2008 y me trajo a la cabeza una serie de especulaciones.

En aquel entonces, un servidor, escribía:
Me entero por el blog del escritor Juan Cruz que Bush a dicho que en un año leyó, nada más y nada menos, que 87 libros. Desconozco los títulos de las obras, excepto la biografía de Churchill que dice haber leído Bush, y que posee 701 páginas. ¿Será verdad que Bush haya leído tantos libros en tan estrecho tiempo? Quizá habrán sido libros de reducidas páginas. No lo sabemos. Porque estamos hablando de 87 libros, y uno de ellos, tiene 701 páginas. Repito, del resto no tengo informaciones. Es admirable la rapidez y capacidad lectora del presidente. Al respecto, el periodista Lluis Bassets, que ha escrito un libro titulado “La oca del señor Bush” (1) lo duda. Yo también dudo, por supuesto que dudo. Como dice Cruz “si no le creemos en lo de las armas de destrucción masiva, ¿por qué le hemos de creer en las lecturas?“ (2).

La lectura de libros por parte de líderes o personalidades mundiales es uno de los temas que siempre me ha fascinado averiguar. Por sus lecturas los conocerás, por sus lecturas sabrás por qué pie cojean. Mentira. Es un asunto tan contradictorio, que el arte de las palabras mucho, poco o apenas puede trastocar la psicología o el lado humano, o viceversa, del lector: luego, en sus acciones los conocerás. A más literatura -u otras lecturas, por supuesto- no significa obligatoriamente más inteligencia o más capacidad de discernir la simbiosis entre ética y moral en la vida cotidiana (sobre los valores morales y el pensamiento complejo, recomendaría leer al filósofo frances (3) Edgar Morin). La literatura no puede salvar al mundo. Espero que me equivoque, es que, por lo que veo, me he vuelto un pesimista, ya lo decía Mario Benedetti, un pesimista es un optimista bien informado. El Dr. Jekyll y el Mr. Hyde que todos llevamos dentro, poco puede ocultarse al fin y al cabo tras una buena lectura. En ese sentido la literatura no tiene la potestad de cambiar las cosas del mundo al lado bueno. No lo creo. Pero debería creerlo. Quizá me equivoco. Y si es así, es escaso. Pero debería ser así. La literatura como ente transformador de un hombre cabal y justo.

He conocido en Latinoamérica a gente pacífica que leía “Mein Kampf” de Adolf Hitler y gente violenta que leía las aventuras de “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry. Este mismo autor apuntaba desde su avión sus objetivos en la Segunda Guerra Mundial. Hasta que su bimotor fue derribado por un aviador y lector nazi que había leído fascinado los primeros libros de Saint-Exupéry cuando era niño (4). Ernest Hemingay, por ejemplo, aplaudía la sangre que derramaban los toros durante una buena faena del matador Antonio Ordoñez en las arenas de Castilla (exajero, aplaudía la faena del torero mientras el toro sufría). Ejemplos hay de sobra. Pero, ¿podrá la lectura cambiar la mente de las personas para el lado bueno o para el lado malo?. La pregunta no es tonta, pero parece.

Pero, Francois Hollande, el recientemente elegido presidente de todos los franceses ¿qué lee?, o mejor dicho, ¿cuál es su libro preferido. Hoy lo he sabido: uno de los libros preferidos de Hollande es „El mito de Sísifo“ de Albert Camus (5), tal como se publica en la edición de abril de 2012 de la revista alemana Wirtschaftswoche (6). Por supuesto, que para un periodista bien documentado en literatura fue una perita en dulce encontrarse con tan filosófico libro de cabecera de Hollande. Sin embargo gracias a la información de la página de Silvia Hernández titulada „Los libros preferidos de los gobernantes“ me entero que otro libro preferido de Francois Hollande es „Germinal" de Emile Zola. Y además, del lapsus que una vez cometiera Nicolas Sarkozy al citar, en uno de los tantos mítines de su campaña electoral, al autor Stéphane Camus, pero lo que quería decir fue Albert Camus (7).

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