lunes, 3 de octubre de 2011

CHARLOTTE ROCHE EN LEIPZIG Y LOS OPUESTOS DE GOTTLOB FREGE

Arriba, dos tapas gigantescas de las novelas de Charlotte Roche apostadas en la sala del local Werk II de la ciudad de Leipzig, Alemania. Abajo, panel informativo del mencionado local de la sajonia alemana poniendo fecha a la velada literaria de Roche. Fotos: Literatambo. Leipzig setiembre 2011.



No me pude acercar más e hice esta foto: Abajo, Charlotte Roche leyendo a la distancia en un abarrotado local Werk II de Leipzig con, exactamente 343 asistentes, más yo, 344 (no pagué entrada gracias a la gentileza de la literatura). Foto literatambo. Leipzig setiembre 2011.

"La mayor parte de los editores
no son editores, son directores
de marketing. ¿Cómo va a decidir
si un libro es bueno o malo si el
80% de los editores no leen libros?"




Juan Barja
Diario Público. 20.02.11




Gottlob Frege „sostiene que todo pensamiento tiene su opuesto, que lo contradice“. Sobre esta premisa me puse a pensar la noche que vi en Leipzig (1) la cantidad de público que asistía a la velada literaria de Charlote Roche para leer su última novela „Schoßgebete“, tras ver unas semanas atrás como Denis Scheck, que podríamos decir es ahora el crítico literario más influyente de la televisión alemana, echaba literalmente a la basura el referido libro.

Charlotte Roche, cuya primera novela „Feuchtgebiete“ (2) fuera el libro más vendido de Alemania en 2008, se presentó en Leipzig, la otrora capital del libro alemán, para promocionar su segunda obra „Schoßgebete. La entrada costaba 18 euros y en el salón habían más de 300 personas: un número que sin duda alguna provocaría la envidia de cualquier Premio Nobel de Literatura. ¿A qué se debe el potente caché de esta autora que llena foros y provoca el sonrojamiento de muchos que la escuchan?.

La pregunta no es vanal, porque como apuntaba arriba, que „todo pensamiento tiene su opuesto, que lo contradice“, recordé entonces que, hace unas semanas en el programa de televisión de crítica literaria Druckfrisch de la primera cadena alemana ARD, se había arrojado a Schoßgebete literalmente a la basura. El programa, que se ha convertido en el más influyente en Alemania, está dirigido por Denis Scheck, un rechoncho y simpático crítico bonachón que no tiene pelos en la lengua a la hora de lanzar sus críticas. Cada vez que lo hace se le ve concentrado en la valoración de los textos literarios de diversas perspectivas, desde el punto de vista de lo que dicen otros y de lo que él o su equipo ha descubierto, en ese sentido hace un análisis, juzgamiento e interpretación desde un ángulo hemenéutico y sopesa su importancia histórica.

Toda obra literaria fue escrita para ser leída, de eso estamos de acuerdo, pero una obra que irradia placer estético acumula diversos puntos de interpretación de acuerdo a las perspectivas del lector. Asunto que es difícil de delucidar porque cada quien tiene su mundo interpretativo y su gusto estético. Lo que le gusta a A no le gusta a B, pero sí a C, y no a D, y tampoco a E. Lo que le gusta a A, B, C, D y E es lo anormal. Lo que quiero decir es que los críticos literarios tienen la libertad de analizar textos y lanzar juicios a su libertad, pero de ninguna manera son los dueños de la verdad absoluta.

En ese sentido Druckfrisch tiene la costumbre de comentar la lista de los 10 libros más vendidos de la semana en Alemania. Deni Scheck trae los diez libros y los pone sobre una baranda, los va tomando de acuerdo como los critica, y, si son malos, los tira a través de un sertilugio de cinta mecánica y caen a un cajón que podría traducirse como tacho de la basura. Allí cayó Schoßgebete, el libro más vendido en Alemania en la segunda y tercera semana de agosto y que ocupaba, por ende, el primer puesto.

Pero a pesar de ese acto de caida a las mazmorras en Druckfrisch me vino al coco el planteamiento de Gottlob Frege, porque al ingresar al local Werk II de Leipzig me quedé impresionado por la cantidad de gente. Yo llegué tarde, y la taquilla estaba cerrada, pero uno siempre tiene suerte (el resto es literatura) y pude certificar, sorprendido, al ver a más de 300 personas que la joven escritora alemana mueve masas. Roche nos debe de aclarar (o darnos el dato) cómo es que ha conseguido engatusar a lectores de sectores académicos cuando su obra está atiborrada de una espectacular verborrea sexual y erótica de sospechosa calidad, de una cascada autobiográfica, según la autora, plagada de confesiones sobre su alcoholismo, anorexia y depresión. Creo saberlo, pero eso merece otro comentario.

Pero, ojo, no se olviden de Gottlob Frege. O de pagar en la puerta 18 euros antes de escuchar una lectura. Por si acaso, el libro cuesta 16.99 euros (3).

(1) El local se llama Werk II: http://www.werk-2.de/

(2) Hasta el momento Charlotte Roche ha vendido casi dos millones de ejemplares del libro „Feuchtgebiete“.

(3) Algunos comentarios de lectores de la revista decana del feminismo en Alemania. Enma: http://forum.emma.de/showthread.php?7043-Charlotte-Roche

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