domingo, 17 de abril de 2011

POETA RUMANO ESCONDIDO EN UN CASILLERO: GEORGE BACOVIA

Arriba, portada del libro Pfahlbauten Gedichte de George Bacovia. Editorial Insel. Leipzig Alemania. Abajo, La poética de lo obsesivo en Georg Trakl y George Bacovia, de la autora Laura Cheie. Editorial Otto Müller. „Los hombres son como los vinos: la edad agria a los malos y mejora los buenos“ Cicerón . El sabio habla de las ideas, el inteligente de los hechos y el vulgar de lo que come (Proverbio Mongol).



  • El fin de semana encontré un regalo de los Dioses en mi casillero de la escuela. Se trata del libro „Gedichte“ de George Bacovia (1), que alguna mano clandestina lo puso con detenimiento en mi casilla, se retiró en silencio y desapareció en la muchedumbre de la ciudad donde vivo. No me interesa saber quién fue, pero le agradezco infinitamente, porque esa mano que se acaba de ocultar en el anonimato me acaba de regalar unas horas hermosas de lectura poética de un autor que no conocía (yo que soy un ignorante de todo, me sigo entusiasmando por lo nuevo), así que, desde este fin de semana, ese poeta, George Bacovia, me ha despertado una curiosidad enorme. Acabo de leer muchos de sus poemas; lo gracioso es que los he leído en idioma alemán, y es gracioso, decía, porque el autor escribía en rumano, osea que leo una traducción de un texto rumano al alemán, y automaticamente –supongo, mientras pienso en alemán- lo traduzco en mi cabeza al castellano, un oficio sumamente extraño, empero, halagador, que obsequia sensaciones exquisitas y despierta en mí, mi admiración por este vate rumano que nació en Bacao en 1881. Hay muchos poemas que invaden mi atención, pero hay uno especialmente que me atrae por su dialéctica y sencillez -y ya sabemos que a veces lo sencillo está pletórico de grandeza- que cuando lo leo me viene a la memoria los numerosos conciertos que escuché durante el pasado invierno en mi mesa de trabajo: Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi (1678 – 1741), partes de la sinfonía número 94 en G mayor de Joseph Haydn (1732 – 1809), muchas obras musicales y entre ellas Ronda alla turca de Wolfgang Amadeus Mozart (1756 –1791), Las estaciones op. 37b de Peter Tschaikowsky (1840 – 1893), Peter y el lobo, Op.67 de Sergei Prokofieff(1891 – 1953), La cabaña de Baba Yaga de Modest Mussorgsky (1839 – 1881) y Carmina Burana de Carl Orff (1895 – 1982), entre otras. Me supongo que dichas piezas musicales gozaban de la predilección en los círculos cultos rumanos a los que Bacovia pertenecía y en esa atmósfera escribió el poema „Largo“, que me provoca a pensar en la Primera Gran Guerra (1914 – 1918), marco histórico que arropa la producción de su libro Blei (Plumb / Plomo) al que pertenece el poema y que fue publicado en 1916, donde a la palabra música se contraponen las palabras dolor, anhelo de otro mundo, añoranza, hombre y muerte. No hay que olvidar que Bavocia tenía 37 años cuando terminó la Primera Guerra Mundial que costó la vida de 10 millones de personas. El poema „Largo“, a pesar que me transporta a otro espacio tiempo histórico, me trae el recuerdo, paradojicamente, no solo de las piezas músicales arriba nombradas sino que me invita a escuchar en mis adentros los tambores oídos en mis periplos por Marruecos o en el País Vasco, los cantos de los bosques noruegos, entre Flisa y Lillehammer, las flautas de los músicos de la Amazonía peruana, el sonido de la bachata en la República Dominicana o el jazz de las calles de New Orleans, pero sobre todo el poema „Largo“ del poeta rumano Bacovia me recuerda lo maravilloso que es esa música que no tiene notas escritas y que se puede escuchar al aire libre: la naturaleza, que se puede desprender desde el sonido de un gaviota en una playa de Sagres en Portugal al sonido de los caimanes de las orillas del río Samiria en la Reserva Nacional de Pacaya Samiria, en Perú. A todo eso lo llamo música porque de eso habla el autor en su poema, cada música, cada instante de música, cada retazo de música está pletórica de átomos con sonido que nos besan el alma o nos taladran las orejas. „Muzica sonoriza orice atom ...“Die Musik erfüllte jedes Atom mit Klang... (2) leo en la traducción alemana, traduzco, La música llenaba cada átomo con sonido / añoranza de ti y de otro mundo / añoranza. Desde aquí el poema toma otra autopista donde la realidad y el dolor sacan la cabeza y muestra la condición de los hombres y la música se vuelve pesada, insoportable / pesaba: / un dolor sin nombre / sobre los seres... / Todos pensaban en sus vidas, / en su muerte. / La música era fatigosa / sentimental - / añoranza de ti y de otro mundo, / añoranza... / La música llenaba cada átomo con sonido. LARGO Por George Bacovia Muzica sonoriza orice atom .../ Dor de tine, si de alta lume, / Dor ... / Plana: / Durere fara nume / Pe om ... / Toti se gandeau la viata lor, / La disparitia lor. / Muzica sentimentaliza / Obositor, - / Dor de tine, si de alta lume, / Dor ... / Muzica sonoriza orice atom LARGO Por George Bacovia Traducción Jose Carlos Contreras Azaña. Karlsruhe.2011. La música sonorizaba cada átomo / Te añoro y anhelo otro mundo / Anhelo... / Pesaba / Dolor sin nombre / El hombre ... / Todo el mundo pensaba en su vida / En su desaparición. / Música sentimentalizada / Sentimental - / fatigosa - / Te echo de menos y anhelo otro mundo / anhelo ... / La música vocalizaba cada átomo. George Bacovia escribía con el seudónimo Bacovia porque había nacido en Bacau y en realidad se llamaba Gheorghe Vasiliu. Hoy en día la universidad de su ciudad lleva su nombre. Bacovia estaba influenciado por el simbolismo francés y en sus poemas son reiterativos los temas de la muerte, el crepúsculo, la autonomía. Bacovia trabajó como empleado estatal y fue profesor en Bucarest. En 1938 vivió una crisis nerviosa y fue ingresado a un sanatorio a donde volvería por sus futuros y sendos ataques de nerviosismo. En 1957 salió a la luz pública „Poezii“ y ese mismo año, el 22 de mayo, dejó de existir. Entre otras publicaciones podemos destacar su trabajo póstumo que se titula „Stante Tirzii“. Vacovia es considerado uno de los poetas más importante de su lengua. Clara y Janes en su libro „La palabra y el secreto“ escribe sobre Bacovia que en su „Paisaje de invierno“ emula a la pintura (3) „Niebla impacablemente cerca del matadero / La sangre caliente discurre hacia el desagüe / Llena está la nieve de sangre animal / Está nevando siempre sobre un triste declive. German A. de la Reza habla del fenómeno filtro que ha sufrido la poesía de Bacovia al ser traducido a otros idiomas (4). Algunos de sus textos no han sido traducidos directamente del rumano sino de otros idiomas al castellano. Para terminar apunto estre retazo de su poesía perteneciente a una Antología de la Poesía Rumana: „Hay algunos muertos en la ciudad, amor mío, / por eso vine a decírtelo (...) Los vivos también circulan podridos (...). El poema Agosto ( 5) (1) George Bacovia. Gedichte. Editorial Insel Bücherei. Leipzig 1985. Traducción: Roland Erb. (2) Ibid. Página 36. (3) La palabra y el secreto. Clara y Janés. Huerga y Fierro Editores. 1999. Página 42. (4) Antología de la poesía rumana. German A de la Reza. Página 5. Universidad Autónoma Metropolitana. México 2000. (5) Antología de la poesía rumana contemporánea. Página 33. Darie Novaceanu. Editorial Verbum 2004. Madrid.

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