miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA LUCIDEZ ESPAÑOLA: 70 AÑOS DE LA MUERTE DE MANUEL AZAÑA

Arriba portada del libro „El jardín de los frailes“ de Manuel Azaña. Abajo, primeras páginas del libro „Memorias políticas y de guerra“ de Azaña, que leía en un hotel de la ciudad de Bodrum (Turquía) la antigua Halicarnaso, donde naciera Heródodo, el padre de historiografía. La fotografía fue tomada en el verano de 2010. Foto de Bodrum: literatambo.


„Si los españoles habláramos sólo y
exclusivamente de lo que sabemos,
se produciría un gran silencio que
nos permitiría pensar“

Manuel Azaña


Hoy miércoles 3 de noviembre (hoy se recuerda los 70 años de la muerte de Manuel Azaña) ha presentado en Madrid el flamante premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, su última novela „El sueño del celta“. En él, Vargas Llosa reivindica la imagen de Roger Casement, un héroe olvidado que denunció las barbaridades del colonialismo, tanto en el Congo como en la Amazonía. Así como el autor peruano ha escrito ese libro para sacar de las telarañas de la historia y del olvido a Casement, ahora toca a las nuevas generaciones de España escribir el libro para reivindicar la memoria de uno de sus más ínclitos personajes: Manuel Azaña.

Se habrá manipulado en el tiempo y en las deshoras su pensamiento político. Los apetitos de poder habrán llevado agua para su redil. Y, no se olviden, que ya han pasado 70 años que Manuel María Nicanor Federico Carlos Azaña y Díaz muriera en suelo francés arropado por una bandera que no fue la española (sobre la transición en España queda una pieza en el rompecabezas por resolver). A pesar de todo ese tiempo transcurrido y de que ha pasado tanta agua debajo del molino, su palabra reluce como más fuerza. No se olviden, repito, que ya han pasado 70 años (este verano le seguí leyendo sobre el monte Latmos, en Turquía, sobre un lugar mítico, donde los últimos bizantinos se aislaron como anacoretas para rendir pleitesía a Cristo: buen lugar para leer a Azaña. Ironías de la vida) y su palabra reluce con más fuerza, decía, esa brillantez cae perpendicularmente sobre su trabajo literario. Azaña es un referente intelectual gratísimo, un enorme prosista en lengua castellana capaz de atolondrar con su lucidez y vigor. Ensayo, novela, teatro, discurso político: un placer leerlo. No hay que perdérselo, porque su lucidez deslumbra.

“Nada más digo. ¡Quién no se forja la ilusión de escribir para gente avispada!” (1)

Abajo apunto los links de los diarios españoles Público (2), El País (3), Diario de Alcalá (4) y Hoy es arte com (5) que han hecho eco sobre tan significante fecha. Más bajo podrán oír un pasodoble en honor a Manuel Azaña (6)

Arriba, foto del libro „La inteligencia republicana“ de Jose Ma. Marco, libro que trata sobre Manuel Azaña y que me acompañó durante mi reciente visita a Turquía. Arriba, por ejemplo, en mis lecturas a las orillas del lago Bafa, al lado de criptas que fueron construidas por los helenos hace mil años antes de Cristo. Abajo, en una pausa de lectura, delante del templo construido por los anacoretas bizantinos en el siglo VII, sobre lo que llamaban el monte sagrado, hoy denominado Monte de los cinco dedos. Fotos: literatambo.

(1) Estas palabras pertenecen a Manuel Azaña, las escribió en el prólogo de „El jardín de los frailes“ de 1926.

(2) textos publicados en el diario Publico de Madrid, España. Miércoles 3 de noviembre de 2010. Un escritor contra su olvido
La guerra contra la obra literaria
Vida y milagros del símbolo republicano

(3) texto publicado en el diario El País. Madrid 3 de noviembre de 2010.
70 años sin Azaña
Azaña, un estoico moderno

(4) Diario de Alcalá La vida de Azaña, en una semana - Diario de Alcalá

(5) Hoy es arte com Azaña, el hombre y la República

(6) Chotis dedicado a Manuel Azaña http://www.youtube.com/watch?v=A9xPDARHPbM

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