jueves, 1 de mayo de 2008

ROBERTO BOLAÑO, TEATRO AL AIRE LIBRE Y EL PRIMERO DE MAYO


A la izquierda, portada del libro"Los perros románticos" de Roberto Bolaño. Editorial Acantilado www.acantilado.es . Arriba, imagen del Primero de Mayo de la DGB www.dgb.de


Karlsruhe ha amanecido hoy con un cielo claro. Hay sol, y, a veces cae una lluvia fina que encapota el cielo de la región de Baden. Como es Primero de Mayo (¿se debe celebrar todavía el día Primero de Mayo?) metí en la mochila un libro de poemas de Roberto Bolaño, cargué a Arthur y nos enrumbamos hacia a la ciudad. El destino nos llevó a ver una pequeña obra teatral en las instalaciones del zoológico con el tema "trabajo", que escenificaron los jóvenes de la DGB (así son las siglas del sindicato más antiguo de Alemania der Deutscher Gewerkshaftsbund). La obra duró algo de quince minutos y formó parte del programa que todos los años organiza la DGB en este día (1).

La obra me causó repelús , porque hablaba de la situación de una joven aprendiz de enfermera en el año 2025. Ella se encarga de atender a dos enfermos. Un día viene su jefa y le hace firmar un nuevo contrato que reduce sus derechos sociales, lo que le acarrea más horas de trabajo, más flexibilidad y más rendimiento. A la enfermera le queda dos alternativas: firmar o abandonar el hospital. Entonces firma el contrato.

Tiempo después, uno de sus pacientes, necesita urgentemente asistencia del médico de turno del hospital, pero éste también está muy ocupado y le dice que pasará por su sección dentro de una hora. En ese lapso muere el paciente. El doctor llega, reconoce la muerte y se disculpa. Más tarde llega la jefa administrativa y le dice que el hospital cuenta con un sistema de cámaras que graba todo lo que ocurre en el hospital y le echa en cara la muerte del paciente. Luego la despide.

La obra toca un tema candente y critica la actualidad y el futuro del sistema sanitario.

Después de ver la obra nos echamos a andar por el zoológico. Observando flores brotando como el agua de un puquio y aves sueltas como en las orillas del Océano Pacífico. De pronto nos atacó, a Arthur y a mí, una de esas lluvias cortitas, finas y breves, pero que te mojan. Buscamos el cobijo de un puente. Es allí cuando saqué de la mochila el libro "Los perros románticos" de Roberto Bolaño. Y leo el poema "lluvia" (2).
LLUVIA

"Llueve y tú dices es como si las nubes

lloraran. Luego te cubres la boca y apresuras

el paso. ¿Como si esas nubes escuálidas lloraran?

(...)

Ahora puedes llorar y dejar que tu imagen se disluya

en los parabrisas de los coches estacionados a lo largo

del Paseo Marítimo. Pero no puedes perderte.

Hasta aquí el poema, hasta aquí la media mañana de un primero de mayo. Hasta aquí el teatro al aire libre. Para terminar quiero contar que la gente de la DGB regalaba un clavel rojo y que la ciudad ahora, de tarde, está resplandeciente de sol. Me largo a buscar un árbol para leer bajo su sombra a Bolaño.

(2) Los perros románticos. Roberto Bolaño.Poemas 1980-1998. Editorial Acantilado. Barcelona 2006. Página 15.

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